Los vecinos de barrio Los Hornos relatan que el descuido y la desidia se apoderaron de las calles y todos los reclamos realizados a la municipalidad en los últimos años cayeron en saco roto.
La esquina que luce más descuidada es la de Gobernador Freyre y Lavaisse, donde en dicha intersección hay un pozo acompañado hacia el sector norte de un gran socavón, que tienen muy alarmados a los vecinos, pero que muchos de ellos con el correr del tiempo y la falta de respuesta a sus denuncias, ya toman la situación con humor y denominan a la esquina como la “reserva ecológica” del barrio.
Dentro del pozo que existe en la esquina, y que los vecinos aseguran que ya tiene más de 4 años, hay una gran vegetación que creció producto del abandono, además de bolsas con basura y escombros de todo tipo.
Luego de las obras de cloacas realizadas en el barrio en el año 2014, la intersección de Freyre y Lavaisse sufrió una rotura a los pocos meses y nunca más la repararon. “Un día se rompió el pavimento, vinieron y tiraron tierra pero a las pocas horas llovió. Un día pasó un camión y toda la esquina se hundió. Desde hace más de 4 años que venimos reclamando pero nadie nos escucha”, sostuvo Gustavo, vecino histórico del barrio.
El tránsito vehicular en la zona es muy intenso, ya que calle Gobernador Freyre es una vía de doble mano de circulación que es paralela a las avenidas Peñaloza y Facundo Zuviría y es opción elegida por los santafesinos para evitar la semaforización y la gran circulación. “Estamos rezando que no haya un accidente porque hay un hundimiento tan marcado que en cualquier momento ocurre una tragedia”, continuó relatando Gustavo.
“Entendemos que cambió la gestión municipal y esperamos con expectativa la acción y los hechos por parte de los funcionarios porque ya estamos cansados de las palabras y las promesas del último gobierno”, manifestó el vecino.
Según exponen los residentes de la zona, calle Gobernador Freyre desde Diagonal Goyena hasta Gorostiaga es “un asco”. “En calle Derqui y también en Huergo existen basurales a cielo abierto y los olores a toda hora del día son nauseabundos”, subrayó Gustavo y remató: “La plaza Isla Malvinas se llena de basura y es muy triste ver jugar a los chicos entre las bolsas de residuos”.