Está instalado en cuatro de cada diez computadoras. Y desde el martes 14 de enero Microsoft ya no corregirá las vulnerabilidades que lo puedan afectar. Los especialistas recomiendan pasarse a Windows 10.
La próxima semana se producirá la “muerte anunciada” del Windows 7, considerado uno de los sistema operativos más estables, que alcanzó un óptimo desempeño. Tras 10 años de servicio Microsoft dejará de ofrecer actualizaciones gratuitas. Sin embargo, no va a ser fácil de olvidar: en la Argentina, todavía está instalado en 4 de cada diez máquinas. Como los delincuentes digitales conocen el alto nivel de aceptación del software, se espera que el número de ataques se multiplique durante este año, según las firmas de seguridad.
A lo largo de su historia, Windows fue evolucionando tanto en diseño como en prestaciones y las versiones más antiguas van pasando a retiro. Es así que a partir del 14 de enero el Windows 7 dejará de tener soporte oficial. En vista de este desamparo, según las predicciones de Kaspersky, los cibercriminales aprovecharán los agujeros de seguridad sin parches para atacar a usuarios, tal cual como pasó con Windows XP.
Como si fuera un déjà vu, los sucesos vuelven a repetirse y todo apunta a que Microsoft no podrá evitar un nuevo caso Windows XP, donde millones de equipos quedarán expuestos a ataques informáticos aprovechando las flaquezas de un sistema.
“Como especialistas en seguridad, nuestra recomendación es cambiar para la versión 10, porque una vez que el Windows 7 no sea más soportado por Microsoft, sus vulnerabilidades no van a ser corregidas. O sea, que el sistema va quedar expuestos a infecciones de malware. Por eso, la mejor protección es mantener siempre los programas actualizados y con la versión más reciente y contar con una solución de seguridad”, advierte Santiago Pontiroli, analista de seguridad de Kaspersky.
En el país, hay un 37,93% que tiene Windows 7 y no tiene motivos para pasar al 10.
Para entender cómo es el proceso que conduce al apagón de un sistema operativo, el paso previo es que los dos tipos de soporte, el estándar y el extendido, se hayan vencido. El primero comprende un mínimo de 5 años a partir de la fecha de disponibilidad general del producto o durante 2 años después del lanzamiento del que será su sucesor.
Lo cierto es que el soporte estándar de Windows 7 caducó en enero de 2015, lo que implica que ya no recibe mejoras en sus funciones, y desde entonces quedó bajo el manto del soporte extendido, que es una suerte de prórroga. El sistema operativo ya ha sido abandonado, pero todavía recibe actualizaciones de seguridad para solucionar errores que han sido descubiertos.
El Windows 7 es considerado uno de los sistemas más estables.
Cuando la próxima semana Windows 7 quede oficialmente sin soporte, dejará de recibir actualizaciones de seguridad y los usuarios sólo estarán protegidos ante el malware más básico mientras se sigan recibiendo actualizaciones para el antivirus de Microsoft.
Y si bien Windows 10 logró un crecimiento sostenido y hace poco alcanzó los 900 millones de instalaciones a nivel global, esto sólo lo ubica con el 50% de la cuota de mercado global. De acuerdo a los datos de diciembre en StatCounter, en la Argentina, hay un 53,74% que tienen la última versión, mientras que hay un preocupante 37,93% que se resiste al abandono del Windows 7.