Antes del domingo, Alberto Fernández deberá elegir entre postergar por tercer mes consecutivo un aumento de los impuestos a los combustibles o aplicar el ajuste por primera vez, lo cual implicaría la primera suba de naftas y gasoil desde que asumió.
Mediante decretos, el presidente decidió postergar los aumentos correspondientes para enero y febrero, hasta el 1 de marzo. El impuesto a aplicarse implica un 16% sobre la parte de los tributos internos (Impuesto a los Combustibles Líquidos -ICL- e Impuesto al Dióxido de Carbono -IDC-), pero que ahora ascenderá a más de un 28%.
De efectivizarse el incremento a partir de marzo, estos impuestos deberían trepar $3,17 por litro de naftas y $2,08 en gasoil. Eso implicaría para un litro de nafta súper de YPF en la Ciudad de Buenos Aires un alza de 5,9%, y una suba de 4,2% en el diesel común.
La actualización de estos impuestos está contemplada dentro de los efectos de la reforma tributaria sancionada a fines de 2017.
Actualmente, los impuestos internos ICL e IDC representan en conjunto $11,09 por litro de naftas y $7,36 en el gasoil, teniendo en cuenta la desgravación que existe por el uso de biocombustibles. Si la reforma se aplica al pie de la letra, tendremos aumentos en marzo, junio, septiembre y diciembre, treparían a $14,26 y $9,44, respectivamente.