Los empleados de la Sagrada Familia continúan con el plan de lucha. Esperan una respuesta oficial.
El 31 de enero el dueño de la clínica decidió cerrar las puertas y la incertidumbre de los trabajadores se mantiene 11 días después. Ivana, radióloga representante de los 50 trabajadores afectados, dijo en Radio EME que continúan con asambleas de personal.
“Hasta el día de la fecha no tenemos noticias y Esteban Di Giovanni (dueño de la clínica) no se presenta, queremos que de explicaciones de qué quiere hacer”, dijo.
Ante esta situación donde no hay certezas, los empleados que estaban registrados no permiten el ingreso de los tercerizados porque cuando se fue la regente, Ángeles del Sastre, cerró todas las puertas y “nosotros solo custodiamos que nadie entre ni salga”.
“Un fiscal constató cómo están las condiciones del edificio y por eso no dejamos entrar a nadie que no esté en relación de dependencia con el sanatorio”, así buscan resguardar las condiciones edilicias y de archivos.
La duda es total, “ellos pueden salir con cualquier cosa, nada está confirmado. Queremos que él de la cara y se haga cargo de las macanas que se manda, consideramos que entre ellos quieren que nos cansemos, pero no lo van a lograr”.
Para sumar frustración, el salario de enero no está liquidado, “nos mandó el telegrama de despido sin antelación y sin pagar un solo peso de lo que se debe. Tenemos familias a cargo, pagar alquiler y servicios, estamos en una situación complicada a nivel trabajadores”.
Los trabajadores de la Clínica Sagrada Familia reciben la colaboración y el apoyo de compañeros de los Sanatorios Mayo y Santa Fe. “Nos traen provisiones y nos hacen el aguante, eso ya es muchísimo para nosotros”.