Un cura estadounidense comparó la gravedad de los abusos sexuales con el aborto y sus palabras causaron indignación. Después intentó enmendar la barbaridad que había dicho, pero ya era tarde. Las críticas no tardaron en llegar y una legisladora propuso divulgar los nombres de los sacerdotes abusadores.
“La pedofilia no mata a nadie, pero el aborto sí”, manifestó el cura Richard Bucci, del estado de Rhode Island, en declaraciones a un medio local. De inmediato, profundizó su concepto: “Hay más muertos por culpa del aborto que niños de los que se ha abusado”. Para finalizar su exposición, tal vez intentando bajarle el tono a la polémica que se le venía encima, dijo que sus expresiones “no significan que el abuso no sea una cosa horrible”.
La lucha del religioso contra la interrupción del embarazo y sus promotores no es nueva. La semana pasada, Bucci repartió entre los feligreses de su iglesia la lista de los 44 funcionarios que habían votado a favor de la Ley de Privacidad Reproductiva, a los que les advirtió que no iban a poder recibir la comunión, ser padrinos o leer textos en casamientos o funerales.
Las palabras de Bucci no pasaron inadvertidas en la sociedad y una de las primeras en contestarle fue la legisladora demócrata Carol Hagan McEntee, principal impulsora de una ley que beneficia a las víctimas de abuso sexual infantil. “Se ve que no entiende nada cuando dice que la pedofilia no mata a nadie”, disparó la funcionaria, cuya hermana fue víctima de los abusos por parte de un cura, cuando era una niña, en la misma iglesia que ahora encabeza Bucci, la Iglesia del Sagrado Corazón, de la localidad de West Warwick.
Luego, McEntee expresó: “Debería haber estado en la Cámara y haber escuchado los testimonios, porque hay víctimas que ya no están entre nosotros. Robaron sus infancias. Destruyeron prácticamente sus vidas. A los que aún podemos escuchar son los que tuvieron suerte y siguen vivos; no murieron de sobredosis ni se suicidaron. Hay muchas víctimas que no llegaron a denunciar lo que les pasó”.
“Siento que este es un ataque continuo de él contra mí y mi familia debido a lo que le sucedió a mi hermana. Y se le ocurrió esta última forma”, concluyó. Por su parte, Julie Casimiro, una diputada cuyo nombre aparece en la lista difundida por Bucci, le envió un mensaje al papa Francisco. “Debería venir a Rhode Island y poner la casa en orden”, dijo, a la vez que señaló: “La Iglesia debe mirarse en el espejo y preguntarse por qué cierra parroquias y pierde seguidores”.
Para finalizar, expresó en las redes sociales que la Asamblea General debería publicar “una lista de sacerdotes pedófilos no bienvenidos en la Casa del Estado”. “Esa es una lista mucho más larga”, cerró.