Son más de dos mil las fuentes laborales que penden de la continuidad de Vicentín y ante esa situación el cordón industrial del Gran Rosario se puso en alerta. La CGT San Lorenzo convocó ayer a los intendentes, jefes comunales y al senador departamental para analizar cómo posicionarse ante el anuncio del estrés financiero de la compañía y la convocatoria de acreedores, para garantizar la continuidad de las fuentes de trabajo, que pretenden sea una prioridad en las políticas de Estado tanto nacional como provincial.
Desde hace semanas, las guardias en la planta de Vicentín en San Lorenzo son mínimas y la intranquilidad agobia. Todos coinciden en lo mismo: sería un embate muy fuerte para la región si la crisis de la empresa se profundiza.
En la mesa convocada por la CGT San Lorenzo al mando del municipal Jesús Monzón y el secretario general de Aceiteros, Pablo Reguera, estuvieron los intendentes de San Lorenzo, Leonardo Raimundo; de Capitán Bermúdez, Daniel Cinalli, de Fray Luis Beltrán, Mariano Cominelli; de Granadero Baigorria, Adrián Maglia, el jefe comunal de Ricardone, Juan Carlos Doria; el senador por San Lorenzo, Armando Traferri y el diputado provincial, presidente de la comisión de Industria, Comercio y Turismo, José León Garibay.
El encuentro se realizó en la sede del gremio de los aceiteros de San Lorenzo. Al concluir el encuentro, Reguera no dudó en advertir: “Estamos preocupados. Son mil fuentes laborales directas, pero tenemos que hablar de dos mil entre camioneros, gastronomía, Uocra, cooperativas, pequeñas y medianas empresas que aportaban sus servicios, y muchos más que dependen directamente de Vicentín. Y hay que multiplicarlo por las familias. Es muy alarmante”.
La prioridad
Resaltó que lo que se busca es que “lo que sucede con Vicentín sea una prioridad para el Estado tanto nacional como provincial” y sobre la presentación del concurso preventivo en la Justicia, realizado por la empresa en el juzgado de primera instancia distrito Nº 4 en lo Civil y Comercial de Reconquista, reconoció que sabía que sucedería aunque subrayó: “No sé la estrategia a la cual se apunta, pero ojalá sea lo mejor para los trabajadores”.
La empresa funciona en el cordón industrial desde los 80, y si bien a lo largo de su historia tuvo algunos cimbronazos ninguno se asemeja a la situación actual. En ese sentido, como balance de la reunión Monzón detalló: “Quedamos en ampliar la mesa con otros dirigentes provinciales y nacionales. La preocupación es grande, son muchos trabajadores que esperan que la fábrica vuelva a funcionar. De mil obreros permanentes hoy sólo hay 130 por turnos”.
La semana próxima habrá otra reunión y se esperan más actores.
El senador Traferri destacó la actuación del gremio. “En otras oportunidades las primeras medidas eran los cortes de ruta, la toma de la empresa o la quema de cubiertas. En esta ocasión hay que felicitar a los dirigentes sindicales y a la CGT, que fueron al diálogo. Si no, estaríamos dándole una señal preocupante a aquellos que quieran comprar. Me parece que se puede ser un gran defensor de las fuentes de trabajo con otra metodología como la que están buscando ahora”, reflexionó.
Además, se mostró confiado y “optimista” sobre el futuro de la empresa. “Creo que los directivos de Vicentín intentaron salvar la quiebra”, dijo y se metió en el plano económico: “Significa alrededor de 100 millones de pesos que se volcaban al mercado interno”.
El golpe en el territorio
Entre las localidades más afectadas, San Lorenzo aparece en primer lugar ya que la empresa tiene allí su sede. Al tratarse de un millonario aportante al fisco local el intendente Raimundo fue cauto y planteó: “Estamos alerta desde diciembre. En enero llevamos la situación ante el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, también a la Jefatura de Gabinete en Casa Rosada, nos reunimos reiteradas veces con el sindicato aceitero, con la Unión de Industriales del departamento San Lorenzo”. Dijo que más allá de la complejidad financiera “lo que nos preocupa es el cimbronazo social”.
Otra de las comunidades directamente afectadas es Ricardone donde la firma tiene la playa de camiones. Además esa localidad tiene un barrio popularmente conocido como “Vicentín”. La empresa aportaba unos 200 mil pesos para el funcionamiento y organización de esa localidad, algo que hace meses ya no realiza y acumuló una deuda de 1.400.000 pesos.
Doria, jefe comunal de Ricardone se mostró inquieto. “No veo muy clara la solución, si cerrara sería un caos para la región. Me pareció correcta la unión de fuerzas, pero no le veo la salida”, dijo. Además, confió: “Hay una economía salvaje que venimos soportando. Nunca me imaginé que esta empresa de renombre podría llegar a esto”.
Los intendentes presentes coincidieron en la necesidad de preservar las fuentes laborales y plantearon que el objetivo común es lograr que el tema eso se transforme en una decisión de Estado.
El intendente Cominelli dijo que “siempre es positivo no quedarse parados esperando a ver qué sucede, sino generar la atención de quienes puedan colaborar para avanzar”. Y recalcó: “Por sobre todas las cosas lo que hay que poner en consideración es que más allá de los errores o malas maniobras que se hayan hecho hay que mirar hacia el futuro porque hay un montón de familias que dependen que de que la empresa vuelva a funcionar. Ahora hay que buscar la manera de subsanar el problema para que nos sea mucho mayor, sin perjuicio de las responsabilidades que les quepa a cada cual”.
Por su parte, Maglia resumió que la de ayer fue “una buena reunión” y llamó a “sensibilizar a la opinión pública” sobre el tema. “El mejor ordenador social es el trabajo y aquí además del tema económico hay un tema social”, dijo. Mientras que Cinalli siguió: “Todos opinamos y se consensuo en seguir ampliando la mesa para tratar de llegar a la nación con un bloque solido de todas las fuerzas políticas”.
El intendente de Puerto General San Martín fue el único ausente con aviso por un compromiso, pero dio su opinión sobre el tema. “Nosotros sentimos que con Buyatti nos dejaron solos, por eso siempre vamos a acompañar”, dijo. E inclusive confesó: “Tengo un amigo que hace 25 años trabaja en la empresa y le ofrecieron el retiro con un 10% y le aclararon que si espera puede que tenga problemas para cobrar. Estamos dolidos por lo que pasa, también hay muchos trabajadores puertenses. Añoramos que tanto la provincia como la Nación se iluminen y marquen políticas claras para que nos vaya bien. Que haya trabajo, porque la gente se dignifica”.