Silvino Báez Sosa contó cómo vive junto a su esposa a más de un mes de la pérdida de su único hijo y apuntó contra los imputados.
A más de un mes del asesinato de Fernando Báez Sosa en manos de un grupo de rugbiers a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell, su padre, Silvino, contó que cada vez que llega a su casa siente un “vacío enorme” y reveló que “los fines de semana son los días más difíciles” porque en esos días siempre estaban “juntos en familia”.
“A la noche, cuando estamos solos en casa, hay un vacío enorme”, aseguró Silvino en declaraciones al canal A24 y detalló que todas las noches su esposa Graciela “se va para la pieza de Fernando a ver sus fotos”. “Me rompe el alma ver a mi mujer así”, explicó.
Además, aseguró que su mujer “es una guerrera” y añadió: “No sé de dónde saca tanta fuerza”. “Estamos casados hace 21 años y estuvimos cuatro de novios. Yo trato de ayudarla para que esté mejor”, dijo, además.
Al ser consultado puntualmente por el crimen de su hijo, Silvino apuntó contra los rugbiers que lo asesinaron a fuerza de golpes y patadas y sentenció: “Me gustaría preguntarles, como padre de Fernando y como ser humano, por qué hicieron eso”.
“Ni las bestias pegan cuando uno queda en el piso, estaban endemoniados. Lo mataron como en una jauría, no le dieron ni una oportunidad; ya en el primer golpe lo dejaron nocaut y siguieron pegándole por atrás cobardemente”, lamentó el padre de la víctima.
En cuanto a su futuro, precisó que aún no tienen definido si volverán a Paraguay, país donde nacieron ambos, y detalló que todo dependerá de lo que su mujer quiera.
“Creo que nadie está preparado para esto. ¿Por qué tanta maldad contra mi hijo? Ellos siguen vivos y pueden ver a sus familiares. Yo no tengo consuelo. Voy a ver una lápida. Me llena de bronca”, cerró.