Estados Unidos apuesta a los insectos rastreadores biológicos
No, no es un film de ciencia ficción, ni una secuela de un Terminator. Entre los diversos planes de las Fuerzas militares de los Estados Unidos, uno se aboca específicamente en luchar contra las armas biológicas. Para eso, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos investiga cómo contrarrestar los ataques biológicos.
El proyecto de Barani Raman y sus colegas de la Universidad Washington apunta a algo que parece sacado de un guión cinematográfico: utilizar los sentidos olfativos del saltamontes estadounidense para poder crear “rastreadores de armas biológicas”. Según el sitio especializado Xataka, utilizan “las neuronas receptoras olfativas de las antenas de los insectos que detectan la presencia de olores y químicos en el aire“.
¿Cómo lo hicieron? Implantando electrodos en los lóbulos antenales e introduciendo luego los especímenes en distintos ambientes cargados con vapores de diferentes materiales explosivos y no explosivos. Así, pueden alcanzar la posibilidad de rastrear y detectar dónde hay explosivos. Las investigaciones comprobaron una precisión en los objetivos del 80 por ciento.
La Oficina de Investigación Naval financia el proyecto que tiene como meta alcanzar, sea como sea, la creación de insectos militares con fines de seguridad nacional. Hoy, nada es imposible si se cuentan con recursos financieros y técnicos. La Administración Trump, desde sus primeros meses, incrementó la capacidad de inversión con fines militares.
Uno de los grandes proyectos en curso y muy avanzado, es la creación de las Fuerzas Espaciales -no Especiales- con el que el actual Presidente ya autorizó una presentación mientras se buscar dotarlas de poder y armamento para mantener conflictos bélicos en el espacio exterior. No, no hablamos de nuevo sobre cine. Hablamos de la primera potencia mundial que ya piensa más allá del cielo.