Los hombres fueron puestos en libertad luego de que el juez considerara que no había pruebas contundentes en su contra.
Finalmente el juez Oldemar Villa ordenó la liberación de los dos sospechosos del crimen de un nene de 4 años y la violación de su madre en Puerto Deseado.
La Policía de Santa Cruz había hallado manchas de sangre en sus zapatillas y prendas de vestir, en un allanamiento realizado el viernes en el barrio conocido como “La Favela”.
No obstante, tanto el magistrado como el fiscal Horacio Quinteros consideraron que las pruebas no fueron suficientes como para prolongar la detención más allá del plazo legal establecido para identificarlos y establecer el domicilio de los sospechosos. Motivo por el cual, una vez que se cumplió dicho lapso, ambos pudieron retirarse de la comisaría.
Ahora, los hombres tendrán que presentarse a una ronda de reconocimiento ordenada por el juez. Cabe destacar que el magistrado no dispuso ninguna otra medida de prueba, como la realización de pericias en las zapatillas y las prendas de vestir para determinar si las manchas son de sangre animal o humana, y en caso de que así sea, comparar las muestras con la sangre de las víctimas.
Tras el brutal ataque, y el posterior crimen de su pequeño hijo de 4 años, la propia mujer brindó detalles del hecho y realizó un identikit de los agresores.
Según su relato, los dos tenían puesto un buzo con capucha. Uno vestía jeans y el otro jogging. El que retenía a su pequeño hijo luego asesinado no superaba los 20 años, y su cómplice tenía entre 25 y 30.
Con esa información, la Policía de Santa Cruz inició distintos procedimientos. Uno de ellos, en la terminal de ómnibus de Caleta Olivia, derivó en la detención de un hombre que poco después fue liberado. En el de La Favela demoraron a varias personas, pero sólo dos quedaron detenidos hasta ser identificados.