Las autoridades de la ciudad china de Shenzhen enviaron un proyecto para legislar en contra del consumo de perros y gatos.
Después del brote de coronavirus, el gobierno municipal de la ciudad china de Shenzhen envió un proyecto para prohibir la venta y el consumo de perros y gatos, animales considerados “domésticos” que son sacrificados para alimento humano con prácticas de maltrato animal.
De concretarse esta medida, será la primera ciudad del país en sentar las bases para este cambio radical en la cultura, un reclamo que es llevado hace años por proteccionistas animales.
La propuesta tiene como objetivo regular la seguridad alimentaria en respuesta al brote de coronavirus. La ley se centra principalmente en prohibir el consumo de vida silvestre, como serpientes, tortugas, pangolines (animal que se cree que fue el huésped del virus) y murciélagos. También podrían incluírse algunas aves e insectos.
La inclusión de gatos y perros, sin embargo, se agregó en un esfuerzo por reconocerlos como animales de compañía y no por temor a cualquier riesgo de enfermedad, lo que se considera un avance en términos de derechos de los animales no humanos.
La organización animalista Humane Society International celebró la noticia, ya que tiene el potencial de iniciar un precedente en Chinapara combatir un comercio que anualmente matan a 10 millones de perros y 4 millones de gatos, la mayoría de ellos son robados o agarrados de la calle y luego llevados a jaulas extremadamente pequeñas para finalmente ser torturados y matados.
“Existe una creciente y fuerte oposición china al comercio de carne de perro y gato, y los jóvenes en China tienen muchas más probabilidades de pensar en los perros como compañeros que en la cocina”, comentó Wendy Higgins, directora de medios internacionales en Humane Society International (HSI).
Las autoridades aseguran que la medida refleja el vínculo entre las mascotas y las personas, “el consenso de toda la civilización humana”, en lugar de los temores del coronavirus.
“Shenzhen podría ser capaz de hacerlo, ya que es una ciudad progresista en muchos sentidos. Realmente espero eso”, dijo Deborah Cao en diálogo con The Guardian, profesora de la Universidad Griffith en Australia y experta en protección animal en China.
El consumo de carne de perro y gato es más común en la provincia natal de Shenzhen, Guangdong, la vecina Guangxi y partes del noreste de China, aunque no se practica universalmente en todo el país. Taiwán prohibió el consumo de carne de perro y gato en 2017.
Hasta el cinco de marzo, el proyecto será debatido socialmente. Aún no hay una fecha para saber el veredicto final.
En junio de cada año, en la ciudad de Yulin al sur de China, miles de perros son torturados y asesinados en el llamado “Festival de Yulin”. Abudan videos de perros hacinados en jaulas o galpones clandestinos en condiciones infrahumanas, esperando ser asesinados de los modos más crueles. Humane Society Internacional, incluso, ha rescatado varias veces a animales de estos mataderos.