El director del Banco Nación, Claudio Lozano, afirmó este miércoles que en el caso de la firma Vicentín “hay que identificar si lo que hubo fue simplemente una irresponsabilidad en el manejo empresario” o si existieron “también maniobras delictivas”.
En un informe que brindó ante las comisiones de Asuntos Constitucionales, de Presupuesto y Hacienda, y de Asuntos Laborales de la Cámara de Diputados de Santa Fe, Lozano señaló además que si bien “la estatización de la empresa “es una posibilidad, se tiene que dejar en claro que el Estado no debe hacerse cargo de los US$ 1.300 millones de deuda” total que posee Vicentín.
Sobre los posibles caminos, el economista dijo que hay otras formas para controlar la empresa, “no solamente estatal, formas mixtas, puede haber una que asocie Estado, productores y trabajadores”.
“Podemos pensar otro tipo de mecanismos, pero lo central es garantizar que de la deuda se haga cargo quien debe y por otro lado evitar un proceso de extranjerización”, remarcó.
Al ser consultado sobre la factibilidad de cobrarle a la firma con sede en la provincia, Lozano contestó que “no hay ninguna otra posibilidad que cobrarle”, pues “Vicentín tiene todas las condiciones para pagar”.
“Puede tener algún tipo de problema en términos de reestructuración de sus pasivos, es extraño incluso que haya llegado al concurso, habría que evaluar por qué, porque francamente no hay ninguna justificación para que haya llegado a esta situación”, opinó.
En esa línea, consideró que “es una empresa que tiene un flujo de negocios,una potencialidad y activos suficientes como para afrontar la deuda. Estamos hablando de alguien que tiene 3.000 o 4.000 millones de dólares de facturación anual, no es una pyme. No estamos hablando de los perdedores del modelo económico anterior, estamos hablando de los ganadores”.
Lozano dijo que la firma tenía una cuenta en la sucursal Reconquista del Banco Nación,que estaba afectada en garantía para operar como respaldo del crédito, y que “en esa cuenta entre agosto y diciembre de 2019 entraron 795 millones de dólares, por lo tanto entró más dinero que el que le debe al Banco Nación”.
“El Banco Nación podría haber ejecutado esa garantía y recuperado el crédito, porque entre agosto y diciembre no pagó. Bueno, tampoco se ejecutaron las garantías, por lo cual al momento de asumir nosotros la conducción del banco nos encontramos con esa cuenta vacía y por lo tanto sin poder ejecutar esas garantías”, contó el funcionario.
Además, denunció que “el 5 de diciembre, la misma fecha en que Vicentín defaultea con todos sus acreedores, el directorio del Banco Nación presidido por (Javier) González Fraga, le informó al Banco Central que la empresa estaba en situación normal, es decir que a pesar de que no calificaba desde 2019, a pesar de que había dejado de pagar en agosto, a pesar de eso informaron que estaba en situación 1, es decir, normal”.
“Por lo tanto, lo que tenemos es un manejo irregular por parte del funcionamiento de la empresa, no queda claro lo que pasó con el dinero en un grupo empresario que lo único que evidencia es expansión, y por otro lado, lo que tenemos es un trato absolutamente privilegiado a una empresa que tenía un vínculo político con el gobierno anterior y ciertamente tuvo un trato privilegiado”, añadió.