Las nuevas imágenes muestran la secuencia completa desde que el joven sale del boliche Le Brique hasta que los rugbiers se van del lugar tras matarlo a golpes.
Un nuevo video del brutal asesinato de Fernando Báez Sosa se conoció en las últimas horas. Las imágenes abarcan los minutos que van desde que el joven que habría cumplido 19 años es sacado por los patovicas del boliche Le Brique hasta que los rugbiers se van del lugar tras asesinarlo a fuerza de piñas y patadas.
La secuencia fue grabada por una cámara domo, móvil, que hace barridos sobre una amplia zona y dura varios minutos. Se trata de un material clave para la fiscal Verónica Zamboni, que contó con él —y con otras piezas periciales, algunas de resultado aún pendiente— para sostener la acusación que pesa contra los imputados, que pueden ser condenados a prisión perpetua.
Además, en las imágenes se puede ver la presencia policial en la zona del boliche la madrugada del 18 de enero. De hecho, Fernando pasa a metros de algunos de ellos cuando cruza la avenida con la camisa en la mano, dado que se la habían roto los rugbiers durante una pelea en el interior del local bailable. Hay gente en la vereda, un taxi esperando, son las 4.32.
Tres minutos después, se ve cómo un policía aleja a dos de los rugbiers, recién expulsados de Le Brique. No obstante, se quedan cerca, esperan a sus amigos. Y cuando el reloj marca las 4:44 atacan. Para ese entonces, la Policía ya no estaba en el lugar.
La grabación del domo muestra cuando cuatro agentes de la bonaerense caminan hacia la calle 102, donde había una pelea, y van a intervenir. En ese mismo momento, Fernando y otro amigo eran atacados a patadas en el suelo.
Todo lo demás es conocido. En base al testimonio de testigos y videos grabados por celular, se puede saber que Fernando estaba tomando un helado con sus amigos, cuando sin previa advertencia, es atacado por la espalda.
Los policías regresan dos minutos después, 4:46, y algunos chicos se les acercan para contarles lo que había pasado. Casi simultáneamente, el video hace foco en los rugbiers alejándose, pasando por la puerta del restaurante Ciprianny, cuando se abrazan, se felicitan por lo que acaban de hacer.
En las imágenes, tomadas por el domo se ve a los rugbiers caminando hacia la casa que habían alquilado. Detrás de ellos —algo que se había contado pero que aún no se había visto en imágenes— van tres policías.
Los agentes abordaron a los rugbiers; ellos les dijeron que estaban yendo a la casa. En ese momento no los pudieron vincular con el ataque. Horas después, con el aporte de otros testimonios, los ubicaron, los detuvieron y ya no recuperaron la libertad.