Las declaciones de Jair Bolsonaron provocaron una reacción popular y se registraron cacerolazos en barrios de Sao Paulo, Rio de Janeiro, Salvador, Porto Alegre, Recife, Belo Horizonte y Brasilia.
En la tercera cadena desde que surgió la crisis del coronavirus, Bolsonaro volvió a minimizar el coronavirus y dijo que si él mismo se contagia, por tener buena salud, “sería una pequeña gripe o un pequeño resfrío” y no esta “histeria y pánico que los medios diseminaron”.
Bolsonaro afirmó que los medios diseminaron pánico en virtud de lo que ocurre en Italia que según el nada tiene que ver con Brasil, por clima y por edad de la población, y fustigó el cese de clases.
“Algunos gobernadores deben abandonar el concepto de tierra arrasada, prohibir el transporte y el confinamiento en masa; entonces, ¿por qué se cierran escuelas cuando son raros los casos fatales con menos de 40 años?”, se preguntó el mandatario.
Los cacerolazos no se hicieron esperar, ante lo que algunos profesionales de la salud calificaron de temerarias declaraciones del mandatario, y se registraron en barrios de Sao Paulo, Rio de Janeiro, Salvador, Porto Alegre, Recife, Belo Horizonte y Brasilia