La pandemia de coronavirus también preocupa a los comerciantes del centro, que se sumaron a las medidas de prevención. A partir de hoy los locales abrirán, de lunes a viernes, de 10 a 18, y los sábados, de 10 a 14, por tiempo indeterminado. Eso permitirá que los trabajadores concurran en un solo turno y minimizará la circulación de gente en la zona céntrica.
Los shoppings también se sumaron a esta medida y cambiaron los horarios. En sus páginas web informan que la apertura de los locales se está realizando a las 12 y el cierre a las 20. Sólo el Alto Rosario extendió hasta las 22 el horario, pero únicamente para el patio de comidas. Este nuevo horario regirá, en estos centros comerciales, por una semana, aunque todo puede cambiar en los próximos días.
Por su parte, el Paseo San Luis ya comenzó con tiempo reducido, pero no todos abrirán a la misma hora porque dependen de las diferentes dinámicas que impone la compraventa mayorista o minorista.
En tanto, el Paseo del Siglo también se adhirió, y ayer debatía si se unificarían los horarios o si aplicarían diferentes turnos de acuerdo a las particularidades de cada local, como se resolvió en el Paseo San Luis.
Junto con esto, desde la Asociación Empresaria de Rosario aseguraron que “en todos los locales se están aplicando las medidas de higiene recomendadas por las autoridades sanitarias”.
Medidas
Ayer los socios de la asociación Casco Histórico de Rosario esperaban que la Secretaría de Salud de la Municipalidad definiera un protocolo de medidas específicas para aplicar en los comercios. En tanto, ya había locales que hacían entrar a los clientes de a uno, o de a dos, para evitar aglomeraciones.
“Lo que estamos haciendo es muy improvisado e individual. Necesitamos un documento oficial respaldado científicamente para actuar correctamente”, declaró Fabio Acosta, titular de la asociación Casco Histórico de Rosario.
Asimismo, los comerciantes debatieron sobre las posibles medidas a tomar para contener la pandemia, a la vez que morigerar lo más posible el impacto económico.
En las galerías, los comerciantes venían fuertemente golpeados por la recesión económica, que en estos últimos días se potenció como consecuencia de la circulación del coronavirus.
Estiman que entre el lunes y ayer, en el centro la circulación de gente bajó en un 60 por ciento. En este contexto, los comerciantes deben seguir manteniendo los costos fijos, como la boleta de luz, la seguridad y el personal del consorcio, uno de los ítems más costosos dentro de resumen mensual, que en muchos casos casi iguala al del alquiler. “Estos números ponen en jaque y al borde del quebranto a pequeños comerciantes de estos espacios y a sus empleados”, consideró Acosta.
El conjunto de galerías nucleados en el complejo del centro da más de mil puestos de trabajo, que hoy corren peligro de perderse si no se actúa rápidamente, tanto de parte del sector privado como del público.
En consecuencia, los comerciantes reunidos ayer convinieron comenzar a hacer ajustes paulatinos en los servicios contratados para los espacios comunes, como la limpieza y la seguridad, además de alterar los horarios de apertura y cierre de los establecimientos.
El horario de las galerías comerciales y de locales aledaños será desde hoy, de lunes a viernes, de 10 a 18, y los sábados de 10 a 14.
El horario se convino entre los comerciantes de la peatonal Córdoba y coincidió con el acordado por el Shopping del Siglo.
Más seguridad
En un plan de fuerte reducción de gastos, los comerciantes resolvieron ayer solicitar al Ministerio de Seguridad que durante tres meses los agentes policiales ingresen a las galerías comerciales como parte de su rutina diaria de patrullaje, de manera que puedan bajar los onerosos costos que supone la contratación de seguridad privada.
En este mismo sentido, solicitarán a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) una quita en la boleta de luz del costo del servicio de los espacios comunes, también por tres meses.
Y quieren avanzar en gestiones con el Ministerio de Trabajo provincial con el objetivo de sostener los puestos de trabajo y evitar los despidos, que podrían producirse en medio de esta sorpresiva coyuntura.
reclamo. Con aplausos y hasta con bidones, los empleados pidieron el cierre de los centros comerciales.