El Gobierno nacional mantiene un alto nivel de aprobación (79%) en el contexto de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus. En ese contexto, la imagen positiva del presidente Alberto Fernández aparece en un lugar aún más alto y escala a 94 puntos.
El jefe de Estado es apoyado en todos los segmentos etarios y en todas las variables sociodemográficas, a pesar de las duras restricciones que impuso el aislamiento social preventivo y obligatorio.
Así se desprende de un estudio de la consultora Analogías al que accedió PERFIL. El sondeo fue realizado el 23 de marzo a 2.308 personas, mediante entrevistas telefónicas en las todas las provincias del país. “Los datos demuestran que la opinión pública percibe que hay un Presidente que se ha puesto al frente de la emergencia, que no duda cuando tiene que tomar ciertas medidas y que actúa sin improvisaciones”, señala Marina Acosta, directora de Comunicación de Analogías.
Alberto Fernández está demostrando un liderazgo muy fuerte en la conducción de la crisis que genera confianza en la ciudadanía”, agrega. Según la consultora, se existe un apoyo mayoritario a la posibilidad de extender el aislamiento obligatorio (72%), medida que se tomaría como mínimo hasta el 12 de abril, según anticipó esta semana PERFIL. Además, las medidas reciben una alta aprobación (94%) que se condice con un optimismo sobre sus resultados (82%) y con la eventual mejora en la situación sanitaria en los próximos 30 días (64%). En el registro sobre el cumplimiento de las normas por parte de la sociedad, las opiniones “se dividen” aunque la afirmación sobre el cumplimiento individual de los encuestados es casi plena (95%). En igual sentido, la preocupación sobre las consecuencias que tenga la pandemia es muy alta (92%). La opinión mayoritaria es que el sistema sanitario no está preparado para enfrentar el virus (68%) y que deben invertirse más recursos (82%). Los encuestados también creen que es el Estado el único que puede garantizar la salud pública en situaciones de riesgo (68%).
Por último, existe un gran acuerdo sobre implementar políticas económicas “audaces y arriesgadas” (71%), así como también posponer todos los pagos de deuda externa (81%). Esta visión coincide con una preocupación muy pragmática acerca de las consecuencias altamente gravosas que tendrá la pandemia por el parate de la actividad (89%). La reciente medida de subsidio para los trabajadores informales cuenta con un importante apoyo (81%).