Madre e hija fueron protagonistas de una situación particular con una iguana que no quería bajarse de su vehículo. Tuvieron que dejarlo estacionado con las puertas abiertas hasta que el animal decidió irse horas después. Todos los detalles.
Una joven y su madre se conducían en su automóvil este lunes al mediodía cuando la primera de ellas sintió que algo frío recorría sus pies.
Al bajar la vista, la conductora se llevó un gran susto ya que observó la cola de un reptil, en medio de los gritos detuvo la marcha del vehículo y cuando bajó se dio cuenta de que era una iguana.
Los vecinos llamaron al 911 y un grupo de rescatistas intentaron sacar al animal, pero no lo lograron pese a la insistencia, ya que se atrincheró debajo de los pedales.
Por recomendación del guardafauna Martín Mastropaolo, el automóvil quedó estacionado con las puertas abiertas para que la iguana salga por su propia voluntad, lo que finalmente ocurrió horas más tarde.