La presentación de Charly Alberti y Zeta Bosio generó apoyo e indignación en sus fans. Recorrerá varios países de América y llegará a Buenos Aires el 21 y 22 de este mes. Un gran despliegue en el primero de los shows programados
La espera llegó a su fin y comenzó la polémica gira de Soda Stereo. Es que después de la muerte de Gustavo Cerati, el líder del grupo, pocos apostaban a un regreso que fue anunciado el pasado 3 de octubre por Charly Alberti y Zeta Bosio, baterista y bajista del grupo, lo que generó apoyo e indignación entre los fans.
El tour arrancó en el Estadio El Campín de Bogotá, en Colombia. El 3 de marzo se presentarán en Lima, Perú. Luego se irán a México, donde habrá shows en Tijuana (el 7 de marzo), Guadalajara (el 10) y Ciudad de México (el 12). De allí se trasladarán a Asunción, Paraguay (18 de marzo) para luego arribar a Buenos Aires. En la “ciudad de la furia” tocarán el 21 y 22 de marzo en el Campo Argentino de Polo. Sobre fin de mes, el 28, irán a República Dominicana; y el 2 de abril visitarán San José de Costa Rica. Luego irán a Ciudad de Panamá (el 4 de abril) para después llegar a Estados Unidos: el 14 de abril tocarán en Nueva York, el 17 en Miami, el 22 en Houston y el 25 en Los Ángeles. Por último, -por ahora- cerrarán el 14 de mayo en Santiago de Chile.
El primer show tuvo la particularidad del reemplazo de Gustavo Cerati y para ese momento hicieron una interacción con cantantes como Mon Laferte, Draco Rosa, Adrián Dárgelos, Andrea Echeverri, León Larregui, del popular grupo mexicano Zoé.
En el escenario la banda está compuesta, además de Charly y Zeta, por Richard Coleman, Fabián Quintiero, Roly Ureta y Simón Bosio (el hijo de 30 años de Zeta). El show es espectacular y cuenta con la calidad musical que destacó siempre a Soda, las luces están a la altura de los mejores números internacionales y hay componentes móviles que deslumbran como los tres grandes anillos de la gira “Me verás volver”.
Hay pantallas gigantes que proyectan viejas filmaciones de entrecasa jamás vistas, amplifican lo que ocurre en el escenario y presentan a los invitados que no están presentes, convirtiendo al concierto en todo un espectáculo multimedia, con el grupo tocando mientras algunos cantantes aparecen en las pantallas. “Esto es el Soda posible en el 2020. Son dos tercios de Soda Stereo, que es más de la mitad. No es un tributo ni habrá música nueva, pero hay un repertorio de 30 años en una hora y media”, dijo Coleman en la previa quien además de tocar la guitarra canta un tema.