Cinco mil obreros de la Uocra están sin trabajo por la paralización de la obra pública a lo largo de la provincia de Santa Fe, según la estimación del secretario general del gremio de la construcción, Carlos Vergara, que este viernes encabezó una protesta en la plaza San Martín de Rosario, frente a la sede de Gobernación, en Santa Fe y Moreno.
La crisis sacó a más de cien afiliados de la Uocra a la calle para pedir respuestas y acciones concretas que puedan revertir una coyuntura que es, concedió el sindicalista, generalizada a nivel país. Santa Fe no es la excepción, ni mucho menos: según datos de Vergara, “hay 84 obras que están paralizadas en la provincia desde antes de la entrada de la nueva gestión”.
“Nos dijeron que había una ley y que hasta que no saliera esa ley no iba a haber obras”, dijo el referente de la construcción sobre sus reuniones con funcionarios del gobernador Omar Perotti, que viene recalcando la necesidad de aprobar la llamada ley de necesidad, que habilita la discrecionalidad de fondos en materia sanitaria, social, alimentaria, financiera, de contrataciones y de seguridad.
Para Vergara y los afiliados de la Uocra, la reactivación no puede esperar. “No nos gustó que pongan esa condición. Sabemos que hay fondos a nivel nacional para viviendas sociales (Fonavi). Con eso podríamos arrancar con 3 mil trabajadores. Y después tendríamos tiempo de sentarnos en una mesa de discusión sobre obra pública. Porque somos laburantes, sabemos sentarnos y tenemos dignidad para eso. Esa reunión –con la ministra de Infraestructura, Silvina Frana– fue el viernes pasado y todavía no tuvimos respuesta”. Allí, la Uocra propuso ese alivio transitorio.
“Nos dijeron que nos iban a llamar. El que avisa no traiciona: si no teníamos respuestas dijimos que íbamos a hacer una movilización. Esta vez es frente a la Gobernación, con olla popular”.
Vergara dijo que durante la protesta de este miércoles recibió una llamada de las autoridades del Ministerio de Trabajo. “Ahora nos vamos a sentar a ver qué propuesta tienen”,
“Esto es un plan de lucha que es progresivo en el reclamo del trabajo, porque la verdad es que muchos votamos al gobierno peronista, pero eso no quiere decir que yo esté conforme con lo que el señor gobernador piensa. No estoy, ni voy a estar, ni tengo que estar de acuerdo con él”, arremetió el gremialista. “Mi responsabilidad es defender los derechos del trabajador y no ser obsecuente de la política”, redondeó la postura.