Primero sintieron el olor. Luego vieron el líquido rojo saliendo de las canillas. Comenzaron las alertas a las autoridades locales. Y finalmente, llegó la aclaración oficial de un hecho digno de una película: por un error en el suministro público, en vez de agua mandaron vino por las cañerías.
Fue registrado por los habitantes de varios hogares en Settecani, una aldea próxima a Módena, en Italia.
El líquido que salió de sus canillas era lambrusco, una bebida espumosa producida por la fábrica Lambursco Grasparossa di Castelvetro.
El fabricante explicó lo ocurrido: “Debido a un fallo en la válvula del circuito de la lavado de la línea de embotellado, esta mañana salía vino de algunos grifos de Settecani”.
Según afirmaron los medios, por una presión más alta que la del agua, el vino empezó a circular por las tuberías en dirección contraria y se filtró en las cañerías de agua potable que conducen a las casas más cercanas a la bodega.
Tras las denuncias, la junta de administración local publicó un comunicado para llevar tranquilidad y asegurar que el incidente se resolvió el mismo día. Además, confirmaron que el vino que llegó a las viviendas era “líquido alimentario no dañino” y estaba “libre de riesgos”.