Un joven de 19 años fue secuestrado en el interior de una casa donde se vende droga en barrio Cristalería. Ocurrió el 27 de febrero pasado, cerca de las 20.30. La víctima logró escapar en un descuido de sus captores, a los que supuestamente les fue a comprar droga. No obstante, fue golpeada e incluso fueron a robarle a la casa dinero en efectivo y elementos de valor.
El joven, identificado como J. C., acordó con un vendedor de droga una operación en un domicilio de Robles y Oria. Al llegar, el dealer lo hizo ingresar y lo orientó hacia la parte de atrás de la vivienda. Allí estaban dos personas más, una de ellas, conocida.
A J.C. lo ataron a una silla con un cable blanco y a punta de pistola lo amenazaron de muerte e incluso le indicaron que matarían a su familia si no entregaba dinero. Si bien se presume que se podría tratar de un mecanismo para cobrar una deuda, la víctima declaró que todo ocurrió cuando fue a comprar estupefacientes.
“Pensé que me iban a matar. Manché la pared con sangre de la cantidad de golpes que me daban”, agregó J.C. al tiempo que indicó que mientras era golpeado uno de los captores le sacaba fotos con su celular.
En el secuestro extorsivo se presume que participaron cuatro personas, de las que están identificadas dos. Después de haberlo retenido le dijeron que iban a ir a su vivienda y que si no entregaba el dinero que le pedían le iban a “dar un tiro en la panza” a su madre.
En el trascurso de la paliza, los agresores mostraron dos armas de fuego y los dos sospechosos no identificados llevaban máscaras, una de color rojo y otra de un color claro. Luego, lo hicieron subir a un Volkswagen Suran azul y se dirigieron a la casa de un conocido de J. C., a quien retuvieron arriba del vehículo, lo golpearon –le dieron varios culatazos– y le exigieron diez mil pesos. Luego, lo tiraron del auto en Loureiro al 1800, a metros del Bosque de los Constituyentes y mientras se iba corriendo le tiraron tiros.
No todo terminó allí para la víctima. Los secuestradores, con J.C. en el auto, fueron a su domicilio, donde robaron 70 mil pesos, un perfume, una mochila y un televisor. Después, citaron vía telefónica a un amigo del chico secuestrado en un domicilio situado en Silva al 1100.
El amigo de J.C. se dirigió al lugar citado y al darse cuenta de la situación huyó a pie. En ese marco, los secuestradores centraron la atención en el amigo de la víctima, por lo que el propio secuestrado pudo irse corriendo de la casa. Llegó hasta el Policlínico Pami 2 de Olivé y Silva, donde pidió auxilio.
En el caso intervino la Fiscalía Federal 1 de Rosario, la Unidad Especializada en Secuestros Extorsivos de la Procuración General de la Nación (Ufese) y el Juzgado Federal Nº 3 de Rosario, a cargo del juez Carlos Vera Barros, quien se declaró incompetente el pasado lunes. La causa fue remitida a la Justicia provincial, que a su vez se consideró incompetente en la investigación este miércoles, por lo que el expediente volverá a la Justicia federal.
La semana pasada se ordenaron allanamientos en el marco de la investigación y se detuvo a una persona que aún no estaba claro si participó en el secuestro, golpiza y robo, aunque fue visto por la víctima en uno de los domicilios.