Luego de mostrar un leve crecimiento de apenas un par de centímetros a comienzos de esta semana, el Paraná volvió a descender y dejó una marca histórica en el puerto local (este miércoles al mediodía) de 0,87 metros.
De esta forma, la bajante más importantes en más de 50 años que atraviesa el Paraná no solo mantiene su ritmo a la baja, sino que además los pronósticos no son para nada alentadores.
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En su nuevo informe, el Instituto Nacional del Agua prevé una altura de 0,75 metros para el 28 de abril, con una tendencia a permanecer en esos niveles y descender a los 0,73 metros el 5 de mayo.
Ante este escenario particular, el organismo oficial advierte que “las condiciones que determinan la bajante en curso persisten en las cuencas que aportan al caudal en el río Paraná en territorio argentino”.
En ese sentido, destaca que “la futura evolución de los niveles en este tramo del río dependerá fuertemente de la distribución espacial y montos de las lluvias”. Es en ese punto donde los pronósticos tampoco son optimistas.
El Servicio Meteorológico Nacional mantiene diariamente la información referente a la perspectiva meteorológica en toda la cuenca. Según el pronóstico extendido para la semana del 20 al 26 de abril se espera un escenario sin lluvias de importancia, especialmente en el área que podría paliar la situación de bajante extrema.
Las cuencas de aporte al tramo del Paraná en territorio argentino continúan siendo de escasa. El caudal que ingresa continúa muy por debajo del promedio de abril desde 1995.
Se espera que en Santa Fe, la altura promedio que deje abril sea de 1,10 metros, 2,90 metro s por debajo del valor normal (4.00 metros).
El paisaje cambia día a día y la laguna Setúbal sigue ofreciendo postales inéditas. Los pilotes ya no solo del puente colgante sino también del viaducto Oroño quedaron al desnudo. Ahora, sobre el clásico y tradicional espejo de agua ahora se destacan los bancos de arena y tierra.
