En el primer Vía Crucis del padre Ignacio Peries en donde la multitud de fieles no fue noticia, porque la ceremonia se realizó sin gente y de forma online debido al aislamiento social por el coronavirus, el cura de barrio Rucci se refirió a “las preocupaciones y angustias” que genera la pandemia y pidió enfrentar este momento con “paz y unidad”.
“Todo el mundo está asustado con este virus”, dijo Ignacio en el inicio de la misa, pasadas las 20.30 de un viernes santo atravesado por la cuarentena.
Peries reconoció que existe temor y malestar que “está consumiendo a varias personas” y a ellos sugirió: “Vamos a entregar nuestras preocupaciones y angustias, olvidar aunque sea un momento, encontrar paz y esperanza en Dios”.
El titular de la Parroquia Natividad del Señor reconoció también la profundización de los problemas económicos por el parate de la actividad: “Falta trabajo, hay empresas y negocios que están amenazados”.
“También quiero recordar a mis queridos viejos y viejas, que hace días que están encerrados en sus casas y departamentos, no pueden salir, con amenazas, angustias y miedos”, siguió Ignacio.
El cura carismático de la zona norte de Rosario, que suele convocar a 300 mil fieles en el Vía Crucis, sumó en su pedido a los “los papás y las mamás que están encerrados con sus chicos que necesitan amor”.
Extendió el rezo “para los que trabajan en salud, los médicos y enfermeros, para todos, los que trabajan para servir a los demás” (pedido que reiteró en la tercera estación de la misa).
Añadió en esa lista a “los que cuidan a los ancianos”, a “mucha gente que está al servicio de otros: los cajeros, los cadetes que llevan la comida, los policías (y miembros de fuerzas federales), agentes municipales, los que trabajan en los bancos”.
“Que Dios los bendiga y proteja en este momento tan especial, con unidad y amor”, afirmó.