La pandemia de coronavirus podría matar hasta 20 millones de personas en todo el mundo este año, pero ese es el mejor escenario, es decir, si las personas toman medidas para reducir sus contactos sociales, según un modelo matemático desarrollado por investigadores del Imperial College de Londres.
El modelo de los investigadores indicó que si no se tomaran medidas de distanciamiento social, la enfermedad podría matar hasta 40 millones de personas en todo el mundo, pero esto podría reducirse a la mitad si las personas reducen sus reuniones sociales en un 40% y los ancianos reducen sus interacciones en 60%.
Los hallazgos revelados por la investigación demostraron que medidas más agresivas podrían reducir aún más el costo y advirtieron que “todos los gobiernos” tendrán que enfrentar “decisiones desafiantes” en las próximas semanas y meses sobre cuándo y cuán agresivamente deberían imponer el distanciamiento social y cuánto tiempo podrían permitirse estas medidas.
Pero, ¿por qué es importante esta medida? “El distanciamiento es vital para ayudar a la contención y es una obligación cívica que habla de solidaridad y de pensar en el principal objetivo, que es evitar la muerte de las personas mayores y demás grupos de riesgo”. El médico infectólogo Tomás Orduna (MN 61528) explicó a Infobae que “el distanciamiento significa volverse un poco más ermitaño y que todas las actividades se desarrollen preferentemente dentro de las casas y cuando se sale a lugares donde hay muchas personas mantener el mínimo contacto con ellas”.
Los investigadores que llevaron a cabo el estudio calcularon que si un distanciamiento social aún más intensivo y a gran escala se implementara de manera temprana y sostenida, al reducir el 75% de las tasas de contacto interpersonal, podría salvar 38,7 millones de vidas.
El análisis contempla una serie de escenarios, como lo que habría sucedido si el mundo no hubiera tomado medidas para contener el nuevo coronavirus, dos escenarios que incorporan el distanciamiento social que resultan en una epidemia de un solo pico, y varios escenarios para suprimir la propagación de la enfermedad.
El domingo, el presidente chino, Xi Jinping, visitó la provincia oriental de Zhejiang, pidiendo a los trabajadores que reanuden la producción, pero también les recordó que cuidaran la salud personal.
Mientras tanto, su homólogo estadounidense, Donald Trump, abandonó el objetivo de volver a la normalidad en Semana Santa, extendiendo las pautas de distanciamiento social hasta finales de abril. “Nada sería peor que declarar la victoria antes de que se gane”, dijo.
Al proyectar el impacto de la pandemia en la salud en 202 países, los investigadores del Equipo de Respuesta COVID-19 del Imperial College compilaron datos sobre patrones de contacto específicos por edad y la gravedad de la enfermedad.