Carlos Alberto Victorino “Betito” Godoy, célebre en la crónica policial por ser uno de los condenados por el asesinato de Roberto “Pimpi” Caminos hace una década, fue detenido este martes en una vivienda de barrio Matheu, en un nuevo allanamiento en la causa por el ataque a balazos a Mariana Ortigala, testigo protegida, al igual que su hermano en la causa por asociación ilícita de Esteban Lindor Alvarado que lleva adelante la Justicia provincial, indicaron fuentes judiciales y policiales.
La detención de Betito ocurrió en una jornada en la que otros dos detenidos relacionados con esa causa, Yanina Alvarado y Francisco R., comparecieron ante la Justicia federal y provincial, respectivamente. Una trama en la que se cruzan viejos nombres del hampa local, bajo la sombra de Esteban Alvarado tras las rejas.
Sin embargo, desde la Fiscalía indicaron que aún no surgieron elementos para relacionar a Betito con la tentativa de homicidio de Ortigala, ocurrida en Roldán el 13 de marzo pasado, aunque su nombre surgió en conversaciones de WhatsApp incorporadas al legajo a cargo del fiscal Matías Edery y Luis Schiappa Pietra de la Unidad de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos.
Según describieron desde el Ministerio de Seguridad, los pesquisas de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) irrumpieron en una vivienda de pasaje Mozart al 1500 (Paraguay y Biedma) en busca de Betito, de 34 años, y allí lo hallaron cuando estaba con su pareja y su hija.
Los detectives, aportaron las fuentes, se incautaron de un largavista, cinco cámaras de seguridad con su DVR –digital video recorder–; una notebook, una PC de escritorio, otra All In One, elementos informáticos; 16 cartuchos calibre 9 milímetros, anotaciones y documentación de un vehículo Volkswagen. Y añadieron que de la requisa de la Ecosport propiedad de Betito, que estaba estacionada a 150 metros de la vivienda, secuestraron dos celulares y una costosa pistola 9 milímetros Glock 17 con numeración limada y un cargador lleno de proyectiles, además de dos miras laser.
Betito Godoy se ganó un nombre en la barrabrava de Newell’s a finales de la década pasada, en los tiempos que era comandada por Pimpi Caminos. El paso de los años lo encontró enemistado con el referente leproso de barrio Municipal, al punto que fue condenado a 11 años en 2011 junto con otro conocido de las crónicas policiales, René “Brujo” Ungaro –quien recibió 17 años– por el asesinato de Pimpi, el 19 de marzo de 2010. Años después, durante una declaración en el juicio a Panadero Ochoa como instigador de ese crimen, Betito declaró: “Cuando tenía 10 años se murió mi padre yo me volví rebelde. A mí no me maneja nadie”.
En diciembre de 2018, Betito recuperó la libertad en forma condicional, al cumplir dos tercios de la condena por el homicidio de Pimpi. Sin embargo, otra condena, esta vez en el fuero federal se sumó a su prontuario. Es que su celda en el pabellón 8 de la ex Alcaidía de Rosario había sido allanada en mayo de 2014 a pedido del juez Carlos Vera Barros, en una causa que lo ubicó como un “coordinador de la logística” intramuros de una organización dedicada al narcotráfico. La sentencia por esa causa llegó en diciembre de 2019: ocho años en un juicio que tuvo a otros 22 imputados, entre ellos el cabecilla Walter Rivero, un hombre oriundo de Pérez cercano a Esteban Alvarado, cuyo nombre apareció en escuchas.
Ahora el nombre de Betito, junto con el de Yanina Alvarado –en las últimas horas indagada por tenencia de estupefacientes y pronta a ser imputada por la justicia local–, apareció en la investigación en la que está imputado Francisco R., como autor de la balacera a Mariana Ortigala el pasado 13 de marzo, a quien en los corrillos del hampa lo apodan como “Fran o El Pablo Escobar de Empalme Graneros”.
Fuentes judiciales indicaron que de un celular peritado surgió una foto de Betito, Yanina Alvarado y Fran R. portando armas de fuego, evidencia de la relación que mantienen. Y de una conversación entre Fran R. y su hermano preso en la cárcel de Piñero surgieron detalles de un plan de abastecerse de armamento: “Sabés que lo mejor que hay es comprar pistolas y armas a full así cuando pasa algo tenemos con qué hacerle la guerra todo el mundo. Betito tenía una y es metra, hermano”.
También surge del legajo una transcripción entre Fran R. y Betito Godoy en la que el hombre de Empalme presume de poder de fuego y dice “tengo la 40 en punga para esperarlo a René”, en referencia al Brujo Ungaro, ex compinche de Betito y al parecer ahora enemistados.
En otro pasaje, Ungaro le hizo llegar a Betito el mensaje: “Si me viene a buscar a mí que venga con un blindado”.
El cual Betito retrucó: “Yo no necesito blindado, tiro tiros con las dos manos”.
Esos datos surgidos del teléfono del entorno de Fran R. derivaron en la detención de Betito, que por lo pronto –según adelantaron fuentes judiciales– sumará una acusación por tenencia de arma de fuego por la Glock que le secuestraron en su Ecosport, la cual fue enviada a peritar.
“Al momento no tiene relación con la causa investigada por la cual se realiza el allanamiento (la tentativa de homicidio de Mariana Ortigala)”, aclararon fuentes judiciales sobre la situación procesal de Betito.