En la noche del viernes se consumó la detención del médico policial departamental (uno de ellos) por presunto abuso sexual. Si bien por el momento solo es una acusación, para la fuerza de seguridad es un cimbronazo importante que mancha la institución. El domingo es la primer audiencia.
El caso recién empieza, será la justicia quién dictamine si es culpable o no, o al menos en esta primera instancia, la de las audiencias imputativas y de medidas cautelar, si se reúnen pruebas suficientes como para relacionarlo con un caso de abuso sexual e imputarlo.
No hay muchas opciones para la justicia, sos o no sos culpable, pero más allá del trabajo que pueda hacer la fiscal Favia Burella, el abogado defensor (El Dr. Ricardo García), o de la resolución que tome el tribunal, en primera instancia el de la IPP local, y en caso de llegar a juicio un tribunal pluripersonal, el golpe que hoy significa esta denuncia (acompañada de detención) para la policía departamental es muy fuerte.
Sin margen de equivocación
La investigación no puede tener prácticamente ninguna falla. Sabido es que malas recolecciones de pruebas puede hacer caer el caso, que en estos tiempos ya ha dejado de ser la palabra de uno (víctima) contra otro (victimario).
Esta detención seguramente se basa en pruebas suficientes para hacerlo, o al menos alguna prueba fuerte, sumado a la necesidad de poder trabajar estas 72hs más tranquilos, sin que el acusado esté en el medio, interfiriendo y, para muchos, tratando de ocultar o borrar elementos que podrían hacer a la causa (off de record). La fiscal que lleva adelante la causa sabe que al detener a C.B ya nada volverá a ser como antes.
Es culpable o se quebranta la relación
Al hablar de un duro golpe para la policía departamental lo hacemos desde dos hipótesis. La primera, que en caso que se encuentre culpable de abuso sexual al médico policial, es la mancha para la fuerza, una departamental que si bien ha tenido algunos conflictos, en la última década ha transitado por aguas relativamente calmas. Muchos quieren despegar al médico de lo que es el oficio de policía, dicen que son trabajos y oficios distintos, es cierto, pero también es verdad que el médico policial hace años que presta servicios en la fuerza, y acá entra en juego la segunda hipótesis, la del quiebre de relación; supongamos que la justicia encuentre a C. B inocente, con qué ojos mirará el médico a sus compañeros que allanaron su vivienda en búsqueda de pruebas, como va a quedar la relación con la fiscal de la cual debe obedecer órdenes, o como recuperará el vínculo con las agentes de la Comisaría de la Mujer, oficina que tiene a cargo la investigación y al cual él, en todos los casos de abusos sexuales con acceso carnal le remite los informes.