Los bancos de Rosario y de todo el país vuelven a abrir sus puertas al público para pagar a jubilados y beneficiarios sociales que no puedan cobrar sus haberes en los cajeros automáticos. Antes de las 7, ya había gente haciendo filas en los frentes de las entidades bancarias tanto del centro como de los barrios.
Anoche, se limpiaron y desinfectaron las calles aledañas a las entidades crediticias y se establecieron marcas para que los clientes no se adelanten ni se acerquen entre sí. Sin embargo, la gran concentración de gente enciende una alarma por la amenaza de contagio que supone.