El secretario de Salud de Rosario, Leonardo Caruana, señaló que desde el municipio evalúan habilitar nuevas actividades luego de cumplirse ocho días sin casos confirmados de coronavirus en la ciudad. Adelantó que será una semana de seguimiento permanente sobre aquellos que aún se consideran sospechosos y de diálogo con distintos sectores para analizar cómo salir de la fase estricta de la cuarentena.
En vísperas de un nuevo anuncio presidencial que definirá la modalidad de extensión del aislamiento, las autoridades locales se mostraron satisfechas con los resultados de las medidas tomadas hasta el momento. Además del bajo nivel de contagios, que en la ciudad acumula 98 casos, destacaron el avance logrado en materia de salud que permitirá contener un posible pico de infectados.
“Ya se está analizando la necesidad de que esta fase dura pase a la habilitación de algunas actividades que tienen que ver con el recupero social y económico”, aseguró Caruana este mediodía, en declaraciones a la prensa. Y aclaró que para la reactivación de ciertos rubros será indispensable mantener los protocolos de sanidad y el distanciamiento preventivo.
“Esta etapa puede ser con el mismo cuidado pero flexibilizando algunas áreas más”, ratificó el secretario de Salud. Más allá del optimismo, pidió prudencia ya que por el momento en Rosario existen 81 casos sospechosos (incluido uno que se dio a conocer durante la jornada en zona sur), y existe la posibilidad de que cualquiera de éstos resulte positivo.
Caruana recordó que hubo un seguimiento especial sobre infectados residentes en barrios vulnerables hace quince días, pero al momento no aparecieron nuevos casos. Si bien desde el área de Salud no descartan que haya más positivos, valoraron que la lenta evolución de la curva epidemiológica posibilitó reforzar la estructura sanitaria. “Hace seis semanas se vienen poniendo a prueba todos los protocolos. Desde muchos lugares se garantiza el material y la ampliación de camas críticas que también es importante”, aseguró.
La cantidad de casos registrados hasta el momento obliga a repensar cuándo será el pico de contagio. “Primero veremos si va a haber un pico, y segundo hay que lograr que ese número sea planificado para generar contención”, explicó Caruana, y consideró que la próxima etapa “va a ser de mucho diálogo para que tengamos la posibilidad de habilitar y restringir según el número de casos”.
El secretario de Salud reconoció que este período de distanciamiento puede prevenir otros tipo de virus que se advierten en esta época. Sumado a eso, la aplicación de la vacuna antigripal para atender a las personas en riesgo permitirá “disminuir la curva de contagio que tenemos habitualmente la última semana de junio y primera de julio” en casos de gripe común.