Luego de iniciar el ciclo lectivo y en virtud de las disposiciones nacionales sobre la pandemia, que generaron la imperiosa necesidad de mantener el aislamiento preventivo y obligatorio, se modificaron los dispositivos escolares, imponiéndose la aplicación de experiencias inéditas de enseñanza a distancia y nuevas metodologías de asistir a las alumnas y alumnos también con el servicio alimentario.
En este sentido, se comenzó el servicio de comedor manteniendo la distancia social, luego se reemplazó por la entrega de viandas y actualmente se sustituyó las mismas por módulos alimentarios por familia, continuando con la necesidad de extremar los cuidados para evitar contagios. Para ello, se elaboraron circulares para ir asesorando todo el proceso que se ha asumió con enorme esfuerzo y compromiso por parte de las escuelas.
El armado de los módulos alimentarios contiene, fideos, arroz, harina de maíz, puré de tomates, arvejas, harina leudante, lentejas, aceite, azúcar, leche en polvo, chocolate/cacao, saquitos de yerba, mate/té. La organización de las tareas de abastecimiento, armado y entrega de los módulos quedará a criterio de las escuelas con la recomendación de cronogramas de trabajo que contemplen las pautas de cuidados en cuanto a la cantidad de personas en el lugar de entrega, distancia social, higiene, y utilización de protocolos establecidos en el marco de las indicaciones sanitarias de prevención.
Por otra parte, las escuelas tendrán un refuerzo en las partidas que reciben por gastos de funcionamiento para la compra de elementos de protección y limpieza sugeridos en la prevención del Covid-19 y además podrán utilizar un 10% de las partidas de comedores que habilita la reglamentación vigente.
