Fue la impresión que transmitió desde Vera la empresaria Virginia Buyatti. También advirtió sobre el peligro del desdoblamiento cambiario para el negocio exportador, que ya está lidiando con precios en baja.
La estadística que muestra un descenso en la participación de hembras sobre la faena bovina a nivel nacional y la firmeza en el precio de los vientres durante las últimas subastas son, a criterio de la empresaria ganadera Virginia Buyatti, don síntomas de una apuesta a la cría en el sector.
Desde Vera, donde vive y tiene su establecimiento, sostuvo que la tendencia es visible en el norte santafesino. Además de estar relacionada a un buen momento de precios para los criadores, también consideró que la actividad se torna un resguardo ante la volatilidad que muestra la economía argentina.
Según su apreciación comienza a verse “un cambio en la cría”, que se refleja en el leve descenso de la participación de hembras en la faena, que CICCRA midió cerca del 48% en abril contra un 52% de un año atrás. Aunque sigue alta, la tendencia es decreciente.
Además sostuvo: “lo que veo firme últimamente es el precio de la invernada, que está sostenido para quien hace cría”. Además “cuando ves los remates el valor de la vaca con cría, el vientre, se está revalorizando otra vez; te da la sensación de que se quiere recomponer un poco el stock”.
Mercado exterior
Por otra parte Buyatti analizó el negocio exportador y advirtió las dificultades que podría generar el desdoblamiento cambiario a los frigoríficos que ya están lidiando con precios en baja que muestran algunos destinos, principalmente China.
El problema no sería de demanda ya que en el transcurso de 2020 se embarcó el 11% del cupo de 20.000 toneladas a EE.UU. Unas 2300 toneladas, “casi todo lo que se exportó en 2019” hacia ese destino. Por otra parte ya se embarcaron 2.000 toneladas de la cuota 481 (feedlot), equivalente al 25% de las ventas del año pasado. Y de Cuota Hilton “queda muy poco”. Por lo tanto evaluó que “las exportaciones seguirían siendo una salida” para la producción.
Sin embargo advirtió que, a diferencia de los otros exportadores de Mercosur, las firmas argentinas “reciben una divisa a tipo de cambio oficial, un 50% del Contado con Liquidación que está en $ 130, y además tienen una retención del 9%”.
Por lo tanto, “si bien es una salida la exportación, no hay que olvidar que paga costos importantes; no es como en otros momentos ni comparable con lo que pasa en Mercosur”. Y cuando la capacidad de pago del frigorífico está limitada “se traslada a un menor precio de compra al productor”. A lo que agregó que también hay un mercado interno “tranquilo” en cuanto a capacidad adquisitiva.
Para colmo el mercado chino está muy volátil. “Te está negociando precios a la baja cuando tenés los containers yendo ya cargados hacia China”, explicó la empresaria. Se trata de una política habitual, como se vio hace un tiempo con la soja. Al respecto subrayó que “esta semana el precio bajó 20%, habían hecho un pico arriba de 5.000 dólares la tonelada y ahora está en 4.000/4.200”. Mientras tanto, los exportadores chilenos ya están ofertando entre 3.200 y 3.600 la tonelada.
En cuanto a las perspectivas que ofrece el mercado europeo, la empresaria relató que los importadores informaron estar estoqueados con la carne que compraron antes de la crisis y la mantienen congelada a la espera de la reapertura de restaurantes (que en Alemania ocurriría próximamente, aunque con medidas de seguridad que recortarían la capacidad de consumo). “Se agruparon importadores de varios países y se pusieron de acuerdo en no comprar cortes frescos hasta no liberar todo lo que tienen en cámaras, para recuperar capital y cobrar deudas que están en la calle”.