Susana Giménez se convirtió en tendencia durante estos días por el debate en torno a su viaje a Uruguay para pasar la cuarentena en su residencia La Mary. La diva no soportó estar lejos de su hogar -dice que pasa más días en el vecino país que en Buenos Aires- y decidió tomarse un vuelo privado para disfrutar de las ¡ocho hectáreas de parque!
La Mary tiene 1.500 metros cuadrados construidos, divididos en tres sectores, además de un garaje doble, piscina, lago artificial con animales y otras dos unidades anexadas. El único detalle: la pileta no es climatizada y solo se usa en verano. El amplio parquizado suele ser usado por la conductora para trotar y hacer ejercicio, además de sus amados perros.
La diva confesó que la parte preferida de la majestuosa casa es el living, decorado en un color rojo intenso y donde hace pata ancha un enorme cuadro de Frida Kahlo enorme. Susana es fanática de la historia de superación de la pintora mexicana y pidió especialmente que su rostro pueda verse desde todos los costados del ambiente, que está abarrotado de muebles y elementos decorativos, al borde de la extravagancia.
Aunque Susana no es una experta en la materia -días atrás cocinó un pollo al horno por primera vez-, la cocina es inmensa y cuenta con todos los elementos para que los empleados preparen exquisiteces dulces y manjares salados.
Respecto a la piscina y al “quincho”, hombres y mujeres tienen sus vestuarios diferenciados y señalizados. También hay una especie de “galería” preparada para cocinar carnes asadas. Susana es considerada una buena anfitriona y nadie que haya sido invitado a comer se retiró insatisfecho.
Si bien Susana pasa la mayoría de los días en soledad, a veces su hija Mercedes Sarrabayrousse suele colarse y pasar temporadas completas.