El domingo al mediodía, un grupo de amigos que conforman la peña “Miércoles sin falta” realizó una venta de pollos para colaborar con el Hospital Julio Villanueva. Recaudaron $60.000.
Ellos fueron los encargados de conseguir los pollos, venderlos, asarlos y entregarlos, teniendo en cuenta las precauciones recomendadas como el uso de barbijos y la distancia entre personas, además, solicitando los permisos correspondientes al municipio y a la policía.
El objetivo de esta acción solidaria fue recaudar dinero para ayudar al personal de salud que trabaja en el hospital local, en medio de esta pandemia por el coronavirus.
El grupo de amigos se junta a cenar todos los miércoles desde hace diez años, son todos hombres de la ciudad de distantes edades y, en esta ocasión, tuvieron la iniciativa de llevar adelante esta admirable tarea que organizaron por whatsapp. De esta manera, se reencontraron en medio de la cuarentena, después de tanto tiempo, y trabajaron a la par.
“En este momento que estamos pasando, la entidad que más expuesta está es el Samco de San Cristóbal. Nos pusimos la camiseta y probamos. Empezamos viendo si nos donaban pollos, escribimos a los que vendían pollo y juntamos 21 comercios que nos dieron una mano, queremos agradecerles a todos. Así que salimos a venderle a la gente, no hemos tenido ni un no de la gente en el momento de colaborar”, contó Juani, uno de los integrantes de “Miércoles sin falta”.
La pollada fue un éxito, lograron vender 165 pollos asados y recaudaron $60.000 aproximadamente. La idea no es entregar el dinero al Samco según explicó el grupo, por pedido de las autoridades del hospital, sino que se encargarán de compran los materiales e insumos que se necesiten como botas o ambos, entre otros elementos.
“Para un primer beneficio me parece que es grandioso y ya estamos en contacto con le gente del hospital para que nos digan qué necesitan para donar. Nosotros somos un grupo numeroso y esta peña surgió con Diego Fabrica y el ‘negro’ Gallardo, la fuimos manteniendo y nos juntamos los miércoles para cortar la semana, son dos o tres horas que hablamos, distraemos la cabeza y seguimos”, relató Juani.