Meprolsafe propone rescatar este documento de 2003 para discutir dentro de la cadena qué hacer con unos 1.000 millones de litros de leche que este año no encontrarían demanda.
Juan Manuel Fernández
“Trabajar sobre el acta de San Francisco, que más o menos ponía en claro un horizonte de previsibilidad para la lechería”, propuso el presidente de la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe (Meprolsafe), Fernando Córdoba, como camino para hallar una solución al problema de sobreoferta que avizoran en el sector.
En diálogo con Agroindustria EME, el dirigente amplió la postura que la entidad manifestó mediante un comunicado en el que se niega a “seguir financiando los stocks en tiempos de sobreoferta”. Concretamente estiman que por la combinación de mayor producción y menor demanda unos 1.000 millones de litros de leche no encontrarían destino y deprimirían el precio al productor.
El Acta de San Francisco es un documento que suscribieron en mayo de 2003 industria, producción y gobiernos de provincias lecheras que estableció 6 ítems sobre los cuales trabajar en busca de un ordenamiento del sector, que por ejemplo evite precios de quebranto para los tamberos cada vez que hubiera más leche de la que los mercados podrían demandar. Entonces se definió trabajar sobre: determinación de una leche de referencia, implementación de un sistema de liquidación tipo y única, un sistemas de gestión de análisis de leche cruda, mecanismos de fijación de los precios de la materia prima, mecanismos de planificación de la oferta de leche y transparencia de la cadena de valor láctea.
Si bien el dirigente sostuvo que “algo se avanzó”, por ejemplo en definir una leche de referencia en el Código Alimentario, consideró que fue “muy poquito; pasaron 20 años y no podemos ver soluciones a los temas de fondo”. Por ejemplo la Liquidación Única se implementó a medias “porque contemplaba el pago por mercado interno y externo y eso nunca se hizo”. Agregó que tampoco se concretó el pago por sólidos porque “la industria dice que van a quedar muchos productores afuera”, algo que consideró real y por ello sugirió “hacerlo gradualmente”. Sin embargo opinó: “en algún momento hay que poner en funcionamiento todo esto, sinó siempre se van pateando las cosas para adelante y nunca se resuelven”.
“Pasaron 20 años; pasaron muchos gobiernos y no se ha hecho nada”, protestó. “Podrían haberse solucionado o tratado de solucionar los problemas que estamos viendo y que son repetitivos”, subrayó. Una de ellos es -esta vez- la sobre oferta de materia prima que, como ha ocurrido siempre, deriva en un “planchazo” en el precio al productor, cuando no en una baja.
“Lo que va a ocurrir es que esa leche que no se exporte se vuelque al mercado interno y empiece una puja muy grande entre las Pymes y las grandes industrias para colocar ese excedente en el comercio y va conducir a una guerra que nunca termina bien”, dijo el dirigente, porque deriva en el desaparición de empresas elaboradoras y el consumidor no se beneficia. “Habrá productos con ofertas puntuales pero el resto va mantener o incrementar los precios actuales en la góndola”.
El otro aspecto sobre el que nunca se avanzó en 20 años fue que el eslabón comercial se siente a la mesa discusión. “Nosotros entendemos que forman parte de la cadena porque se quedan con un valor que genera el negocio”, por lo que debieran participar para “ver cómo se puede administrar esos excedentes que se van a producir”.