Desde este miércoles restos de Brian Correa descansan en el cementerio de Tostado. El joven había sufrido un grave siniestro vial con su moto, fue trasladado a Rafaela pero el cuadro era irreversible. Él había manifestado su voluntad de ser donante de órganos y su familia respetó la decisión.
Pasado el mediodía de este miércoles arribaron a la ciudad los restos del joven de 24 años. Una importante cantidad de vecinos, junto a la unidad de Bomberos, acompañaron el recorrido del cortejo fúnebre, como muestra de reconocimiento al destacable gesto de la familia en medio del dolor.
Brian había sufrido un siniestro vial el lunes a primera hora de la mañana cuando se desplazaba a bordo de su moto en cercanías de ruta provincial 2 y calle Saavedra, en Tostado.
En primer turno fue asistido en el hospital local, pero debido al grave estado rápidamente se lo derivó al hospital Jaime Ferré de Rafaela, donde se comprobó que el cuadro era irreversible.
Él había manifestado su voluntad de ser donante y en consecuencia se activó el protocolo con la intervención del Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (Cudaio), cuyos profesionales arribaron a la ciudad del departamento Castellanos para dialogar con la familia del joven, quienes estuvieron de acuerdo en respetar la decisión.
Es por ello que también se coordinaron las acciones con el Instituto Nacional Centro Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), organismo encargado de fiscalizar. Asimismo, se comprobó la compatibilidad con pacientes que se encontraban en lista de espera.
Pasado el mediodía del martes arribaron al aeródromo de Rafaela tres aviones con profesionales involucrados en el operativo, del que también fueron parte colaborando el Servicio de Emergencias y la Policía. La ablación se realizó en el hospital local.
Hay gestos únicos que trascienden el dolor y quienes los protagonizan nos dejan la clara enseñanza de que donar órganos salva vidas.