El Ministerio de Economía advirtió este miércoles por la noche que la Argentina “no puede comprometerse de manera razonable” a hacer frente a las últimas exigencias de grupos de acreedores y cuestionó algunos reclamos por ser “ampliamente inconsistentes con el marco de sostenibilidad de la deuda”.
Al difundir las propuestas de pago formuladas por el Gobierno y las contrapropuestas de los acreedores, la cartera que conduce Martín Guzmán consideró que “las demandas de los inversores a menudo divergen y no se pueden conciliar fácilmente”.
Además de existir diferencias en el monto de los pagos, diversos grupos de acreedores quieren que la Argentina empiece a abonar intereses a partir del año próximo.
“La República evaluará todas las opciones disponibles como parte de un proceso integral para restaurar la estabilidad macroeconómica”, sostuvo el Palacio de Hacienda.
Este miércoles, el Ejecutivo acordó con los bonistas levantar los acuerdos de confidencialidad y buscará extender el plazo de negociación que vence este viernes.
Según confirmaron fuentes oficiales, “todo apunta a que las negociaciones continuarán después del viernes” para alcanzar un acuerdo en las negociaciones para reestructurar deuda por u$ s 66.3000 millones.
Desde el Palacio de Hacienda reconocieron que continúa existiendo una diferencia “entre lo que quiere pagar el Gobierno y lo que pretenden los acreedores”, y que el poderoso grupo Black Rock es el más renuente a llegar a un entendimiento.
Este fondo, que integra el denominado Grupo Argentino Ad Hoc, que componen también los inversores nucleados en Fidelity y Ashmore, mantiene su reclamo de u$ s 55, lejos de lo que propone la cartera que conduce Martín Guzmán.
Al dificultarse las negociaciones, los acreedores decidieron no seguir extendiendo los acuerdos de confidencialidad, por lo que el Gobierno presentaría otra propuesta el lunes próximo, si consigue una nueva prórroga en las negociaciones.
Los voceros oficiales señalaron que el Ministerio de Economía mejoraría la oferta que tenía un valor de u$ s 47 porque las distancias entre las partes siguen siendo importantes.
Según trascendió, no superaría los u$ s 50 por cada cien, una propuesta que cuenta con el visto bueno del Fondo Monetario Internacional (FMI), que esta semana volvió a expresar públicamente su apoyo a la Argentina para presionar a los acreedores a llegar a un acuerdo.
Economía solamente podría proponer mejoras a partir de la implementación de un bono adicional atado a las exportaciones o a la evolución del Producto Interno Bruto (PIB), aunque esa decisión aún no fue oficializada.