Desde esta semana, la Municipalidad entrega turnos para castrar, desparasitar y aplicar vacuna antirrábica. La sede central del Parque Garay y la subsede del Jardín Botánico, del Instituto Municipal de Salud Ambiental , están abiertas.
A partir de esta semana, el Instituto Municipal de Salud Animal (IMUSA) abrió para la atención de animales de compañía en dos barrios: Las Flores (Azopardo 7380) y Chalet (Gdor. Mariano Cabal 3951), ambas en el horario de 8 a 13.
En tanto, continúa con la atención en la sede del Parque Garay (Obispo Gelabert 3691), de 7 a 18 horas; y el Jardín Botánico (San José 8400), de 7 a 14 horas,
En todos los casos se atenderá exclusivamente a quienes hayan obtenido un turno. De este modo, quienes necesiten castrar, desparasitar o aplicar la vacuna antirrábica a sus animales de compañía deben comunicarse al teléfono 0342-155394576. Vale recordar que el servicio es gratuito.
En los tres lugares de atención se respetarán las medidas de higiene y seguridad en el marco de la pandemia de COVID-19 por lo que se otorga un turno cada 30 minutos. Por ello se solicita puntualidad a los vecinos, que una sola persona concurra para llevar al animal y que no se trate de aquellas comprendidas en los grupos de riesgo.
La Municipalidad continúa, de esta manera, con la campaña destinada a controlar la población felina y canina, y garantizar condiciones sanitarias en la capital provincial. La intención es que todas las familias puedan acceder a un servicio seguro y gratuito.
Recomendaciones
Las castraciones están destinadas a perros y gatos de ambos sexos que tengan más de 6 meses de edad. Los animales deben ser llevados por una persona mayor de edad y cumplir con un ayuno de 12 horas antes de la intervención. También es importante que no estén enfermos ni preñados, incluso que hayan pasado 60 días de posparto, como mínimo.
Desde la Secretaría de Ambiente aseguraron que tanto la castración como la desparasitación y la colocación de la vacuna antirrábica mejoran la calidad de vida no solo de los animales sino también de los vecinos, teniendo en cuenta que se ofrece gratuitamente, un servicio que tiene costos altos.
La castración temprana, es decir antes del primer celo, disminuye en un 90% las posibilidades de la presentación de tumores hormona-dependientes, que son muy frecuentes en hembras. Con esta intervención, se evita además el contagio de enfermedades de trasmisión sexual. Vale aclarar que el procedimiento no incide en el temperamento o el instinto del animal, por lo cual, sigue protegiendo su territorio como lo hacía habitualmente. También evita peleas entre machos y los extravíos de estos, en busca de una hembra en celo.