“Su tarea es estar presente en un entorno que varía lentamente y en el largo plazo. Por eso, ser lento parece ser el camino correcto”, dice el investigador encargado de este desarrollo.
¿Por qué crear una máquina cuya principal virtud es la lentitud? Esa es la pregunta que inauguró nuestra conversación con el creador de un autómata parsimonioso, que esta semana ganó fama a nivel mundial. “La idea surgió en un viaje a Costa Rica. Me obsesioné con los osos perezosos, no lograba entender cómo estas criaturas pueden existir. Ellos solamente comen sin moverse demasiado en los árboles, esperando ser depredados por un águila o un jaguar”, comenta Magnus Egerstedt, profesor y director de la Escuela de Ingeniería Eléctrica e Informática en la Universidad de Tecnología de Georgia, Estados Unidos.
Pronto comprendió que la lentitud de esos animales esconde una estrategia, un propósito. Egerstedt comenzó a estudiar la parsimonia como filosofía de diseño; entonces surgió la idea de crear a SlothBot, un autómata que tiene la filosofía del mencionado mamífero que habita el centro y sur del continente americano. Habíamos empezado a conocerlo en esta nota.
El trabajo de esta máquina con aspecto de animal es estudiar la flora, fauna y su entorno general moviéndose con suma parsimonia. Monitorea variables como el clima, y niveles de dióxido de carbono, entre otras. Para hacerlo, se desplaza en cables y ya que su energía es provista por el sol, usualmente se mueve buscando luz para mantener la carga.
– ¿Cuáles son las ventajas, en este caso, de la lentitud? ¿Por qué una máquina desearía ser lenta?
– El diseño del robot debe entenderse en el contexto ambiental en el que se implementará. Si su tarea es estar presente en un entorno que varía lentamente a largo plazo, ser lento parece ser el camino correcto. La lentitud es ideal para casos de uso que requieren una presencia persistente a largo plazo en un entorno, como para tareas de monitoreo, donde el entorno en sí varía lentamente.
– SlothBot no sólo imita la parsimonia de los osos perezosos, sino también su aspecto. ¿Esa semejanza tiene alguna intención en particular?
– En verdad, el diseño no tiene ningún propósito técnico. Pero también estamos viendo a SlothBot como una plataforma de divulgación para entusiasmar a los niños a conocer sobre la robótica y la biología de la conservación, por lo que hacer que el robot parezca un perezoso ciertamente puede ser provechoso.
– Por otra parte, sabemos que se trata de un desarrollo ecológico. Su carcasa está impresa con impresoras 3D y además se mueve con energía solar. Al respecto, ¿cómo logra reconocer dónde se encuentra la luz, para moverse hasta allí y recargar energía?
– Los movimientos de SlothBot se rigen por lo que llamamos restricciones de supervivencia. Aseguran que siempre pueda llegar a un lugar soleado para recargarse. El objetivo de rendimiento real que le hemos dado al robot es minimizar el consumo de energía, es decir, simplemente no hacer nada sujeto a las limitaciones de supervivencia. La mayoría de las veces simplemente se sienta allí debajo de los árboles, mide varias cosas, aparentemente no hace absolutamente nada y es bastante perezoso.1