Con las primeras horas de este lunes, los bares de la ciudad de Santa Fe volvieron a abrir para recibir clientes en sus mesas, algo que no estaba permitido por protocolo y solo se limitaban al delivery o el “take away”.
Luego de la habilitación nacional y los protocolos que estableció la provincia, los bares podrán abrir de 7 a 23 horas. Algunos lo harán de corrido y otros cortarán durante la siesta. Como se anticipó, la capacidad estará reducida a la mitad, por eso algunos bareas sacaron mesas o clausuraron sectores para que se cumpla con el distanciamiento.
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Como dato a tener en cuenta, cada cliente que ingrese al bar deberá anotar sus datos personales en una lista, por si aparece un caso positivo o sospechoso de Covid-19, y es necesario saber dónde estuvo y con quién estuvo. Los trabajadores deberán hacer una declaración juradas y usar barbijos.