El juez Marcelo Nieto Di Biase finalmente rechazó el acuerdo juicio abreviado que había entre las partes en el cual los denunciados aceptaban su culpabilidad en la acusación de abuso sexual simple y recibían penas menores.
A criterio del juez, se pretendía la imposición de una pena de tres años en suspenso, siendo que de aplicarse correctamente la norma se debería pensar en una calificación que tiene una pena de 8 a 20 años de prisión.
En cuanto al consentimiento expuesto por la víctima en la audiencia, Nieto Di Biase lo consideró condicionado, a pesar de que las partes le hicieron mención al magistrado de la existencia de un acuerdo reparatorio, cuyos términos se establecían bajo un “pacto de confidencialidad”.
En enero del año pasado, una joven denunció que fue violada por un grupo de varones en una casa del balneario Playa Unión de la ciudad de Rawson, Chubut. Según su relato, el hecho ocurrió en septiembre de 2012, cuando ella tenía 16 años en una fiesta en la zona de Playa Unión. Así fue como la Justicia abrió una investigación de oficio. Cinco de los seis jóvenes acusados fueron imputados por “abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal agravado por la participación de dos o más personas”.
Tras varios meses de recabar pruebas, se conoció que el fiscal del caso, Fernando Rivarola, avanzó en el cierre de la causa y su resolución en un proceso. Rivarola acordó un juicio abreviado con los imputados, lo que implica una pena menor y una aceptación de la culpa de los acusados. También hubo aceptación de la víctima, lo que es requerido por la ley.
El fiscal modificó la calificación legal de “abuso con acceso carnal” por la de “abuso sexual simple, agravado por la participación de dos o más personas”.
Todo esto ocurre principalmente por la falta de pruebas en el expediente y la dificultad de probar una violación siete años después. Una alta fuente en los tribunales de Trelew asegura: “La víctima no quiere afrontar un juicio y exponerse”.
La acusación recae sobre tres de los cinco involucrados: Ezequiel Quintana, Leandro Del Villar y Luciano Mallemaci. Los otros dos eran menores al momento en que ocurrió el hecho.
Las palabras de la víctima
La víctima del hecho, que había firmado el acuerdo, dijo al juez que “el fiscal siempre me mantuvo al tanto del avance de la investigación, de cada una de las pruebas que se iban recolectando, y me explicaba cuan valiosas eran o no”. Manifestó que fue asesorada jurídicamente por un tío abogado “quien me señaló que los términos del acuerdo eran correctos y entendí las diferencias entre las distintas calificaciones legales”.
Además, dijo que ella está totalmente conforme con el acuerdo que se presentó en la causa en la que se investigan los hechos que la damnificaron en su adolescencia y que el acuerdo es “realmente aliviador”, pues vio en el mismo la posibilidad de darle un cierre definitivo a este hecho, ya que le “hace muy mal” y necesita cerrarlo para seguir viviendo.
Contó que “cuando comenzó la investigación Fernando Rivarola le explicó que iba a investigar hasta donde ella aceptara, que cuando no quisiera seguir se lo informara, y nunca me sentí presionada”.
Por su parte una licenciada en Psicología autorizó se haga saber que atiende a la víctima desde septiembre de 2015. Explicó que su paciente se encuentra en posición de sujeto activo capaz de tomar decisiones en torno a este proceso judicial. Expresó que la joven tiene un fuerte deseo de “sanar” a partir de que los imputados reconozcan que este hecho sucedió y que ellos fueron partícipes.