Al menos 27 policías resultaron heridos durante incidentes ocurridos en Inglaterra cuando decenas de miles de personas tomaron la calles este domingo, en el segundo día consecutivo de protestas contra la brutalidad de fuerzas de seguridad y el racismo, en medio de las repercusiones por el brutal asesinato de George Floyd en Minneapolis, Estados Unidos.
Con el lema “el racismo es un virus”, la multitud alzó su voz de protesta en la capital británica.
Ya este sábado, centenares de manifestantes se habían reunido en el centro de Londres en una manifestación pacífica pero que terminó con un pequeño grupo de personas enfrentándose a la policía, cerca de la residencia del primer ministro británico, Boris Johnson.
Los manifestantes fueron hacia la embajada de los EE.UU.
En Bristol, ciudad situada al oeste de Inglaterra, un grupo de personas, en medio de las protestas, derribabó una estatua de Edward Colston, un comerciante de esclavos del siglo XVII, la que luego fue arrojada al río.