El miércoles pasado, la Iglesia Redentor de San Lorenzo cumplió 75 años y lo celebró abriendo sus puertas como si fuera un bar. Las mesas, las sillas y los feligreses a modo de clientes fueron la forma que idearon para protestar contra la restricción que pesa sobre los servicios espirituales en el marco de la pandemia de coronavirus.
El pastor Daniel Cattaneo confirmó que abrieron las instalaciones del templo como si fuera un bar. “Quisimos preguntarle a nuestro gobernador si abríamos de esta manera, ¿nos hubiera permitido abrir?”, cuestionó. “Los bares pueden abrir, los negocios pero nosotros no. ¿Por qué nos discriminan?”, apuntó.
El religioso contó que el lunes pasado cuando se publicó el decreto 487 creyeron que iban a poder abrir sus puertas. “Pensamos que se abría escuchado nuestro pedido pero cambió todo y volvimos a lo que ya nos habían permitido que es el ingreso de grupo de un máximo de 10 personas”, explicó.