Los asistentes virtuales pueden ser extremadamente prácticos, pero también se caracterizan por ser algo chismosos. Amazon, Google y Apple han reconocido que escuchan algunas de nuestras conversaciones privadas, pero el temor a que invadan nuestra privacidad no ha impedido que sus dispositivos se cuelen en nuestras cocinas y dormitorios sin demasiados miramientos.
El incremento de su popularidad les puede llevar a ocupar un espacio que hasta la fecha les había resultado más inaccesible: el cuarto de baño. La compañía estadounidense Kohler, dedicada a la fabricación de productos para baños, ha diseñado Moxie, un cabezal de ducha que permite integrar un altavoz inteligente Amazon Alexa.
Su mecanismo es sencillo: el cabezal de la ducha es un anillo circular y en su interior se puede insertar el altavoz, que se acopla magnéticamente. Pensado para que quien lo utilice pueda escuchar música mientras se ducha, está sintonizado para optimizar el sonido con el agua cayendo. También tiene botones táctiles para controlarlo, dispone de un sistema de carga inalámbrica y, por si cabía alguna duda, es impermeable.