Uno de los primeros pensamientos que nos cruzan la cabeza cuando la red Wifi va especialmente mal es que alguien se nos ha colado. Que han conseguido nuestra contraseña y se han metido en nuestro router para chuparnos internet. Al fin y al cabo, son innumerables las formas que hay de intentar reventar la seguridad de nuestro router, ya sea a través de los passwords que traen de fábrica, o por algunos métodos de fuerza bruta que terminan por descubrirlos.
Si eres de los que quiere blindar de verdad su red Wifi, solo te queda una alternativa al margen de crear la contraseña más segura del planeta: dar permisos, uno por uno, a todos los dispositivos que se van a conectar a vuestra red inalámbrica. Y eso se consigue a través de la dirección MAC, que es, resumiéndolo mucho, la matrícula que identifica a cada uno de los dispositivos con conectividad Wifi que existen en todo el planeta, donde no habrá nunca dos iguales.
Vamos a activar ese filtrado
Activar el filtro por dirección MAC en una red Wifi es el equivalente a decirle al router qué teléfonos, televisores, cámaras, tablets, ordenadores, consolas, lavadoras, altavoces inteligentes, etc. se pueden conectar. Nada que no esté aprobado por nosotros será capaz de entenderse con nuestro router, por mucha contraseña que nos hayan conseguido robar. Obviamente esto tiene un problema y es que, con cada nuevo dispositivo, tendremos que hacer todo el procedimiento que os indicamos a continuación.
Lo primero es ir al navegador (del móvil o el ordenador) y teclear la IP del router. Esta suele ser “192.168.0.1” o “192.168.1.1” aunque lo mejor es verificarlo en las opciones Wifi del dispositivo desde el que estamos intentando acceder. Una vez conseguido, tras escribir el usuario y la contraseña de acceso, nos vamos al menú “Wireless”. Una vez allí dentro nos dirigimos a “Wireless MAC Filtering”, donde podremos activar esa función de filtrado.
Eso sí, antes tendremos que elegir el tipo de filtrado: si de denegación o de permiso sobre las excepciones que marquemos más abajo. Escogemos la de “Allow” y comenzamos a añadir dispositivos escribiendo su dirección MAC, la descripción que nos indicará en el futuro de cuál se trata (tablet del niño, smartwatch de Mamá, etc.) y el “Status”, es decir, si dejamos que se conecte o no.
La dirección MAC (o dirección Wifi) podéis conocerla en las propiedades de red del dispositivo y se trata de cadena alfanumérica hexadecimal, con seis pares de caracteres que pueden ser números y letras mayúsculas, del tipo “0F:00:FF:F0:0F:0F”. ¿Que tenéis diez dispositivos que dar de alta? Pues los escribís todos. Es tedioso, pero la seguridad que ganáis es infinitamente mayor que si confiáis ciegamente en un simple password