El teléfono del exsecretario de Cristina Kirchner fue enviado a Buenos Aires para peritajes y llegó en un sobre roto.
La investigación del crimen de Fabián Gutiérrez, exsecretario de Cristina Kirchner, volvió a despertar dudas por el misterio de su celular. Sucede que desde Santa Cruz lo mandaron a Buenos Aires para que sea peritado por Gendarmería pero el sobre llegó abierto y creen que fue manipulado luego del crimen. Incluso hay sospechas de que se borraron datos.
“El sobre llegó abierto a Gendarmería en Buenos Aires, violaron la cadena de custodia”, aseguró el abogado de uno de los tres detenidos, al tiempo que consideró que el hecho es “muy grave”. “Seguro que borraron todo”, sumó.
Además, la misma fuente explicó que “el sobre en el que iba el celular fue enviado por Correo Argentino en una caja, sin seguridad” y consideró que “es una cosa de locos”. “Fue abierto con una navaja o algo similar”, detalló.
Esta irregularidad estaría plasmada en un acta de Gendarmería que se realizó el miércoles y que firmó la abogada Sabrina Mansilla, socia de Carlos Telleldín, quien defiende a Facundo Zaeta (el principal acusado).
Luego de que apareciera el cuerpo de Gutiérrez, los investigadores hallaron su Iphone negro con carcasa roja en una casa abandonada de El Calafate y quedó secuestrado en el Juzgado.
Ahora, el mismo abogado aseguró que algunas versiones que le llegaron desde El Calafate, -donde se produjo el homicidio-, indican que en el celular de Gutiérrez “habría información delicada ligada al juego clandestino” en esa ciudad.
En diálogo con la agencia OPI Santa Cruz, el abogado de Facundo Zaeta, Carlos Muriete, señaló: “El celular de Fabián Gutiérrez llegó abierto a Buenos Aires y eso es muy grave porque demuestra que se ha roto la cadena de custodia y esto es fundamental para demostrar la inviolabilidad de las pruebas recolectadas. Si alguien accedió al teléfono, quiere decir que la prueba en custodia fue violada y eso da lugar a cualquier tipo de especulación que ahora debemos investigar para saber dónde está el responsable”.
Incluso, según publicó el mismo medio, en las 24 horas posteriores al hallazgo el aparato se habría mantenido encendido y también se podría haber borrado información de la “nube” (iCloud).
Fuentes consultadas por el mismo medio explicaron que cuando se secuestra un teléfono móvil, por protocolo se debe retirar el chip y bajo acta proceder a sellar la prueba con el objetivo de que permanezca inalterable para las posteriores pericias.
Ante esta situación, la defensa podría pedir que se anulen las pericias que envíe Gendarmería desde Buenos Aires. Tampoco se descarta una denuncia contra el juez Carlos Narvarte por las presuntas irregularidades en la custodia del equipo dentro de su juzgado.