El documento establece una serie de pautas que deberán seguir los sacerdotes en caso de recibir o conocer una denuncia.
El Vaticano publicó este jueves un vademécum que deberán seguir los sacerdotes de todo el mundo en caso de tener constancia sobre un caso de abuso sexual en el seno de la Iglesia. El documento pide, entre otras cosas, no desechar las denuncias anónimas de posible pederastía, y aplicar la “no culpabilidad” en lugar de la “inocencia” cuando haya dudas.
El objetivo es avanzar en el tratamiento de los abusos sexuales a menores y terminar con esta “herida profunda y dolorosa que debe ser curada”, se lee en la introducción del documento que se esperaba desde que terminó la cumbre sobre los abusos, a la que el papa Francisco convocó en febrero del 2019 a las conferencias episcopales de todo el mundo.
Al respecto, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis F. Ladaria Ferrer, explicó que la intención es ayudar a los miembros del clero en todo el mundo en “la delicada tarea” de gestionar estos casos, que a veces afrontan con incertidumbre sobre la praxis.
Por otro lado, el secretario de la Congregación, Giacomo Morandi, explicó que el documento “no promulga ninguna nueva norma”. No obstante, destacó que la novedad radica en que “por primera vez el procedimiento se describe de forma organizada”, desde la denuncia de un caso hasta el juicio.
El vademécum, que está sujeto a futuras actualizaciones en función de eventuales cambios legislativos en el Vaticano, empieza definiendo el delito: “Todo pecado externo contra el sexto mandamiento (no cometerás actos impuros) del decálogo cometido por un clérigo con un menor”, entendido como toda persona menor de los dieciocho años de edad.
Además, subraya que su tipología es “muy amplia” y abarca numerosos supuestos: desde relaciones sexuales “consentidas o no consentidas” al contacto físico con intención sexual, masturbación, producción de pornografía o inducción a la prostitución.
En sus quince páginas se estipula detalladamente qué hacer cuando un clérigo recibe información sobre un caso de abuso, cómo valorar su verosimilitud, cuándo y cómo abrir una investigación previa sobre los hechos y el modo de cooperar con las autoridades civiles.
Monseñor Morandi lamentó que el fenómeno de los abusos “está presente en todos los continentes”, como han demostrado los casos de Chile, Estados Unidos, Australia, por ejemplo, y la Santa Sede aún recibe “denuncias de hechos antiguos” y recientes.
Por eso defendió este esfuerzo de claridad en su tratamiento, aunque cree que no será suficiente “sin una formación adecuada, un discernimiento cuidadoso, una prevención serena, pero decidida”.