El gobierno provincial habilitó los natatorios tanto para uso deportivo como para los que utilizan el agua para rehabilitación de lesiones físicas o dolencias.
En cuanto a los protocolos exigidos, sólo una persona puede nadar por andarivel, no se pueden alterar los turnos de los grupos y no se podrán utilizar las duchas.
Pero la realidad de los clubes es otra. Los costos económicos y la dificultad que atraviesan debido a los últimos meses, conlleva a que se les imposibilite reabrir, más allá de su habilitación.
En diálogo con Radio EME, Néstor Quiroga, dueño del natatorio Da Vinci, ubicado en calle 4 de Enero al 5.200, dijo que “después de peregrinar con el protocolo y lograr la autorización, nos encontramos con la realidad: el frío, el costo operativo de poner en funcionamiento las estructuras y el miedo de la gente, por lo que llama, pregunta y sus intenciones de comenzar en septiembre“.
A su vez, agregó que “la situación cómo está hoy en día, no sabemos qué sucederá mañana, la mayoría de los natatorios que hasta agosto no reabrirán”