La campeona supegallo de la FIB fue internada por un fuerte cuadro de tos en el hospital de Haedo y se le realizó el hisopado de protocolo, con resultado negativo.
En el medio de la pandemia, Marcela Acuña preocupó a todo el mundo del boxeo cuando el pasado lunes debió ser internada por un fuerte cuadro de tos, en la que se especuló con la chance de que haya contraído coronavirus al presentar algunos de los síntomas, pero resultó ser un cuadro de neumonía.
La vigente campeona del mundo a los 43 años fue detectada con un cuadro de neumonía, luego de no haber presentado fiebre alguna y permanece en el hospital de Haedo. Aún así, debió someterse al hisopado para descartar un posible contagio de COVID-19, el cual terminó siendo descartado en las últimas horas.
Tras una mejora de salud y no haber levantado fiebre, la “Tigresa” dio sus primeras declaraciones desde su internación, confirmado que se encuentra estable y con avances. “Estoy internada con neumonía, pero ya muy bien. Con vistas al alta médica. Tengo tos, por eso no puedo hablar, pero sin fiebre. Me hicieron el hisopado de coronavirus y dio negativo“, deslizó en A la Vera del Ring.
La boxeadora, considerada una de las pioneras de la rama femenina del deporte, tenía pautada una pelea para el pasado mes de junio, en lo que se suponía iba a ser su despedida definitiva en el cuadrilátero. Sin embargo, la pandemia alteró los planes y todavía pretende terminar su carrera con los guantes puestos.
Con el sabor amargo del empate ante la mexicana Jackie Nava en mayo de 2019, con un fallo que dio que hablar en contra de Acuña, el objetivo sigue siendo el mismo y buscar retirarse campeona del mundo en la categoría supergallo. Por ahora, tendrá que esperar hasta el próximo 2021, en tanto así lo desee.