Todos sabemos lo que dijo Steve Jobs un buen día de 2007, cuando presentó el primer iPhone: que los seres humanos ya llegábamos a este mundo equipados con diez stylus. ¿Para qué hacía falta un lápiz electrónico teniendo dedos con los que tocar una pantalla táctil? Pues bien, Apple, que desdijo al CEO fallecido en 2011 hace ya algunos años, sigue buscando la manera de perfeccionar su lápiz inteligente de cara a las próximas generaciones.
Y así, llegamos a una nueva patente de los de Cupertino que deja entrever lo que podría ser una nueva función del Pencil, capaz de leer los colores del mundo real para importarlos a la paleta de la aplicación que estamos utilizando en nuestro iPad. Una función que sería extraordinariamente útil para muchos profesionales que se ganan la vida eligiendo colores, y cómo armonizarlos, a diario.
“Muestreo de color”, su nombre
Esa patente que Apple ha presentado, se define como un “Sistema informático con lápiz de muestreo de color” capaz de capturar los tonos de eso a lo que estamos apuntando. Porque es de imaginar que ese sensor no solo podrá ver el color que le estamos mostrando de algún objeto o superficie, sino que lo podrá traducir exactamente a ese lenguaje hexadecimal que muchas veces se utiliza en el entorno web y de diseño gráfico.
Imaginad por un momento que queréis hacer un diseño para una fiesta de cumpleaños y queréis utilizar ese color exacto que sabéis que tanto le gusta a vuestra pareja. ¿Existe mejor forma de conseguir un resultado idéntico que con un dispositivo capaz de digitalizar esa información de colores? Lo cierto es que sería de gran ayuda en ciertos momentos.
Ahora bien, Apple no cree que solo por esa función deba existir un sistema de detección entre el Pencil y el mundo que le rodea, sino que ha pensado en otras muchas aplicaciones. Por ejemplo, calibrar pantallas, para conocer si están a la temperatura de color deseadas, o rebosantes de brillo y contraste por lo que merecen un pequeño ajuste.
Esa capacidad para analizar colores permitiría al Apple Pencil, también, hacerse cargo de tareas de salud, tal y como se desvela en la propia patente de los de Cupertino. Recordemos que existen múltiples proyectos que, simplemente a través de una foto de nuestra piel, son capaces de conocer nuestra presión arterial, o los niveles de algunos componentes que tenemos en sangre. Por lo que un lápiz digital de los norteamericanos, equipado con uno de estos sensores, sería capaz (casi) de obrar milagros.