La contraseña “123456” es la más utilizada y común del mundo por quinto años consecutivo. Recurrir a esta clave implica un grave problema de seguridad para quién la emplea, que queda extremadamente expuesto a hackers y ser víctima de un cibercrimen.
Según un estudio realizado por el ingeniero informático Ata Hakçıl, de la Universidad de Chipre, 7 millones de passwords, sobre una base de 1.000 millones, eran “123456”. Además, sólo 169 millones eran contraseñas únicas.
En total, la contraseña “123456” representa el 0,7% del total de las claves. Las mil más comunes cubren el 6,6% del total
Para que una contraseña sea segura, debe tener entre 16 y 24 caracteres. Tiene que estar conformada por palabras en minúscula, en mayúscula y números, los cuales tienen que estar intercalados.
El 28,7% del total de las contraseñas son solo letras mientras que el 13,3% está compuesto simplemente por números. Además, el 26% emplea solo minúsculas y no recurre a las mayúsculas.