China patentó este lunes, en su oficina de propiedad intelectual, la primera de sus vacunas contra el coronavirus y anunció que está lista para comenzar su producción masiva en breve, aunque sin especifica los plazos exactos.
La vacuna, que se encuentra en la fase tres de pruebas (la última antes de su implantación) fue desarrollada por el laboratorio CanSino Biologics y el Instituto Científico Militar chino. Los ensayos exitosos, informó Pekín, se realizaron a soldados de su ejército.
De acuerdo al diario español, El País, varios países ya se ofrecieron para albergar la última y definitiva fase de pruebas, entre ellos Brasil -segunda nación más afectada en el mundo por el coronavirus-, Chile, Arabia Saudita y Rusia.
“La patente es una garantía que confirma la eficacia y seguridad de la vacuna” china, dijo CanSino en un comunicado, en el que también subrayó estar lista para iniciar su producción masiva. La compañía agregó que este tratamiento “genera una fuerte respuesta inmune celular y humoral en poco tiempo”.
La vacuna china, a diferencia de la rusa anunciada la semana pasada, es conocida en el mundo científico. A fines de julio la revista The Lancet accedió a su investigación que, para ese entonces, ya había realizado pruebas a 508 voluntarios con resultados positivos.
La publicación la calificó de segura y eficaz porque induce a una respuesta inmune.
“Esta vacuna usa un adenovirus del resfriado común (Adenovirus tipo 5, Ad5-nCoV) para introducir en las células humanas información genética del nuevo coronavirus, con las instrucciones para fabricar solo algunas de sus proteínas virales y generar una respuesta inmune sin riesgo de padecer la enfermedad”, señaló El País.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva contabilizadas al menos 167 vacunas experimentales contra el coronavirus, de las cuales 29 están en fase de evaluación clínica y seis en los últimos periodos de experimentación.