Facundo Astudillo Castro desapareció el 30 de abril en aquel Triángulo de las Bermudas local en el que se transformó la zona de Villarino, comprendida entre Pedro Luro y Bahía Blanca. Con él, también se borró del mapa -hasta el momento- su celular.
Sin embargo, y a 100 días de la desaparición, la División Tecnologías Aplicadas de la PFA logró acceder a sus mensajes de WhatsApp con una metodología casi inédita: solicitaron a la empresa de telefonía Claro que emita una nueva tarjeta SIM con el número de Facundo.
“Al obtenerlo, colocaron ese chip en otro celular, instalaron la aplicación y dieron de alta el usuario del joven desaparecido en ese aparato.
Esa operación -que cualquier usuario puede hacer al cambiar de teléfono- trajo a los investigadores mensajes viejos -enviados y recibidos- a través de un backup automático que realiza la aplicación de forma automática, excepto que se indique lo contrario. Los datos que obtuvieron fueron resguardados en un CD para ser analizados.